ENCUBRIMIENTO DE AMÉRICA.
El debate que se generó hace unos días a raíz de la negativa
de una funcionaria del Registro Civil de las personas de inscribir al hijo de
una pareja joven utilizando vocablos de la cultura indígena, dejó constancia de
que sigue existiendo una resistencia y subvaloración de nuestra cultura
autóctona. Aparentemente aumentó el valor del idioma guaraní como símbolo pero
no ocurrió lo mismo con respecto a su utilización a pesar de tener
reconocimiento de lengua oficial. Es decir sigue habiendo subutilización y
hasta marginación. Pero esta situación
no se estaría dando solamente por ignorancia o cursilería ocasional, sino que
vendría de mucho más de atrás, y ya habría formado parte de la estrategia de
dominación y ocultamiento del mismo colonialismo. Esta tesis está desarrollada
por el gran investigador jesuita Bartomeu Meliá, en su ensayo:”Encubrimiento de
América” título que tomamos prestado para este comentario, en el que afirma que
Cristóbal Colón descubrió América pero no a los americanos, es decir, “La
esencia del descubrimiento, su misma razón de ser, es el encubrimiento” ¿Qué
exactamente nos ha querido decir con esta aparente contradicción? Para intentar
la respuesta a esta cuestión recurrimos desde el material de archivo a Rudi Torga,
gran actor y director de teatro ya desaparecido, quién en un artículo publicado
en su página denominada “Telón Abierto” afirmó lo siguiente al respecto:
“Resulta oportuno y desafiante el enfoque de Meliá, porque señala que,
intencionalmente, se ha ocultado la verdad sobre el profundo contenido
religioso de toda la vida social, política, económica y cultural de las
naciones indígenas. Previa a la invasión de las naciones conquistadoras y
colonialistas, las naciones nativas ya habían llegado a estructurar una
sociedad fundamentada en una cosmovisión cultural milenaria. Sin embargo –
siguió diciendo – esta realidad se ha ocultado, se ha tergiversado y se ha
llevado a un proceso de destrucción. Después de las independencias, las
oligarquías venales y serviles, se hicieron cómplices de las naciones
imperialistas, entregando la riqueza natural de las tierras, condenando al
hambre, al analfabetismo, la persecución y a la opresión a los pueblos criollos”
Más adelante señala que:”Durante siglos las naciones latinoamericanas sufrieron
la imposición de la cultura de las naciones dominantes, y esta cultura se
continúa asimilando como único modelo hasta nuestros días. Sin embargo esa
cultura milenaria de nuestras poblaciones nativas y criollas permanece aun
olvidada, soterrada, despreciada, condenada a subsistir al margen de la
preocupación de las respectivas sociedades nacionales” Y concluye con estas
palabras: “En nuestros días, con la transnacionalización del capital, la
tecnología y la informática, la manifestación de esta cultura dominante se hace
más evidente. Y la cultura sobreviviente de nuestros países, con su respectiva
identidad propia, construída con el
concurso de la imaginación popular y la memoria de nuestros pueblos, en el
proceso histórico de cinco siglos, pasando por diferentes transformaciones,
está sufriendo el inevitable exilio en su propia latitud geográfica”. Son palabras y pensamientos que reflejan una
gran verdad. No podemos ahondar en el tema de esta identidad tan importante
para nuestra propia sobrevivencia como nación si perdemos de vista la fuente
primigenia. Es y fue nefasto que los colonizadores hayan encubierto nuestra
realidad, pero lo más grave es que nosotros mismos sigamos colaborando para
este encubrimiento. Es necesario sacudirnos para intentar salir de esta
alienación que tanto daño nos causa como pueblo, como nación.
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