EL VALOR DEL SILENCIO Hay muchas cosas buenas que discurren en silencio pero que pasan inadvertidas. Hay más cosas buenas de lo que uno cree que necesitan ser descubiertas, valoradas y apreciadas. Vivimos en un mundo ruidoso donde todos apresuramos los pasos y a veces hasta sin tener claro ni siquiera hacia donde nos dirigimos. Vivimos apresurados y estresados pendientes de la vorágine del tiempo y del ruido que a menudo nos causan mucho daño y nos impiden observar y apreciar la belleza de las cosas buenas que tiene la vida. ¡Cuánto valor irradia una madre que cuida de sus hijos y les inunda de cariño! O un padre que lucha por el sustento de los suyos, o el joven o la joven que consume sus esfuerzos preparándose para el mañana. Hay tantas obras buenas en la vida que pasan inadvertidas porque nos aturden de ruido. Es que el ruido y el aturdimiento se venden y es buen negocio. Los crímenes y asaltos ocupan las primeras planas de la prensa mientras que los actos buenos se deslizan