LA PATRIA SOBERANA Tanta ha sido la traición, la mentira, la dominación y el abuso de una caterva política que tiene sometido a nuestro país hasta un límite no imaginable de frustración, robo y desidia que por la fuerza de su erosión ya no se pudo mantener oculto y la reacción del hartazgo se tradujo últimamente en manifestaciones ciudadanas en reclamo de dignidad y justicia. ¿Hasta qué punto los usurpadores del poder político y económico han envilecido la causa de la soberanía popular? Tenían que servir al país, a la nación y a toda la gente que habita esta tierra. Son mandatarios, encargados de gestionar el bien común de la población, hacerse cargo de la administración de la justicia, del cuidado de la salud, de la educación y el bienestar de todos. Traicionaron sus funciones y responsabilidades y en vez de servir se sirvieron a sí mismos, creando superpoderes clandestinos protegidos y amparados por el autoblindaje dentro de un plan perverso de complicidad e impunidad.