BORIS YELSIN PATIÑ0.
En estos días en que se comentó ampliamente el caso de los
padres que tuvieron mucha resistencia para inscribir a su hijo en el Registro
Civil con el nombre de Lautaro Ñamandu me acordé de un vecino nuestro en la
ciudad de Concepción, a quien los padres
le inscribieron con el nombre de Yelsin. Era muy conocido en el barrio y se
apellidaba Patiño. Era el momento en que el conocido dirigente ruso Boris Yelsin estaba permanentemente en la
noticia, por lo que pronto le apodaron “Boris”, y terminó siendo para sus
amigos y para los vecinos: “Boris” Yelsin Patiño. Cuando entonces el encargado
del Registro Civil no antepuso ningún cuestionamiento. Nombre extranjero, de un
país extraño de lengua desconocida. Como tantos otros casos que vienen dándose dentro del Registro Civil
en nuestro país. Es por ello que la
pareja protestó y denunció el caso, porque sus integrantes se sintieron
frustrados por la oposición y resistencia de la encargada del Registro Civil,
con pretextos, que para ellos estaban totalmente fuera de lugar. Uno de los
pretextos aludidos es que el niño odiaría a sus padres cuando sea grande por el
nombre que le pusieron. Por su parte el Director del Registro Civil de las
Personas, don José Cogliolo, manifestó en defensa de su funcionaria, que “el
punto es muy delicado, porque no está reglamentada la inscripción de nombres en
guaraní, y por el momento rige – dijo – lo que dispone el Art. 56 de la Ley
1266/87, que expresa: “El oficial del Registro Civil no inscribirá nombres
ridículos o que puedan inducir a error de sexo, ni más de tres nombres”
Pretexto injustificado. “Ñamandú” (Dios de la mitología guaraní)
definitivamente no es un nombre ridículo, tampoco induce a error de sexo, lo
que en verdad deja al descubierto es la ignorancia y la incapacidad de la
funcionaria y del mismo Jefe del
Registro Civil. Más grave aún es la solución que se plantea a través de la
Secretaría de Políticas Linguísticas. Pretende elaborar una lista de posibles
nombres en guaraní. ¿Con qué criterios? ¿Cómo va abarcar todas las
posibilidades de todo un idioma? “Hay
que entender que la lengua guaraní es un idioma oficial. Es muy grave que se
niegue esa posibilidad de inscribir a los niños con un nombre en guaraní. Es
grave que esto siga pasando en Paraguay porque violenta derechos mínimos de
tener nuestro nombre propio” Lingüista Luis Verón, Diario Última Hora, pagina
27, 4 de enero del 2015. Se podrá hacer
un listado de sugerencias a modo de ayuda pero no limitante. Porque el idioma
guaraní es muy rico y sugerente. Lo que al final, revela este caso, es una
deficiencia o pobreza cultural, es la discriminación y hasta el desprecio que
sigue vigente en nuestro pueblo con respecto al idioma guaraní. Hasta ahora no
hay conciencia del valor y de la importancia de tener una identidad propia. Lo
que debería ser un motivo de distinción y orgullo, sigue siendo algo marginal y
un factor discriminatorio entre nosotros.
No sé qué pasó con Boris Yelsin Patiño, no sé si después cambió su
nombre. Lo que si se es que su recuerdo, de alguna manera, deja al descubierto,
que seguimos más propenso a ser colonizado culturalmente, porque no hemos
aprendido que el fundamento y la razón de ser de nuestro pueblo, tienen su
origen y sus raíces en la cultura y en la lengua de la nación guaraní.
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