EFICIENCIA Y EFICACIA. En la toma de posesión de cargo el director de un prestigioso colegio de nuestro medio relató como introducción, que en una ocasión se le había caído un objeto de cierto peso sobre el pie y se golpeó el dedo gordo, que a consecuencia de aquello llegó a hincharse y adquirir algunos moretones. Andaba así con renguera porque no podía irse al médico por las múltiples ocupaciones que tenía. Cierto día yendo con un amigo al centro de la ciudad llegaron a pasar frente a un hospital, y entonces le pidió que estacionara el vehículo porque necesitaba hacer una consulta. Al ingresar por la entrada principal de aquel hospital se encontré con dos puertas con letreros indicadores. En una de ellas decía “Clínica médica” y en la otra “Emergencias”. Se decidió abrir la de “Emergencias”, pero al hacerlo volvió a encontrarse con otras dos puertas también con letreros indicadores que decían: “Heridas y Hemorragias” y “Golpes y Contusiones”. Naturalmente optó por la de “Golpes