LAS DECISIVAS BATALLAS DE NANAWA.
Hoy es 20 de enero, aniversario de una de las dos grandes y
decisivas batallas de la defensa del Chaco Paraguayo en la contienda con
Bolivia. No son demasiado conocidas
estas batallas, porque el calendario histórico rescató el nombre de Boquerón,
por su significado especial de recuperación del territorio invadido, por dejar
plasmado que el Paraguay estaba dispuesto a establecer y ratificar la plenitud
de su soberanía. Pero al correr de los días, en la estrategia del enemigo se fijó como objetivo fundamental
la conquista del Fortín Nanawa. El Alto
Mando militar boliviano sabía la importancia que aquello representaba.
Fracasado en un primer intento, la orden emanada del Comando en Jefe era no
atacar si no se aseguraba la victoria. El General Hans Kundt, el alemán que
comandaba a las fuerzas bolivianas se jugaba la vida y su suerte en esa
batalla. Paraguay también se jugaba la suerte de la guerra en la batalla de
Nanawa. Si caía Nanawa, ya nada podía impedir que el ejército enemigo llegase
hasta el Río Paraguay, lo que pudo haber cambiado todo el curso de la guerra. La
primera batalla fue del 20 al 26 de enero de 1933 y la segunda, del 4 al 7 de
julio del mismo año. La ciudad de Concepción estuvo comprometida con todo en
estas dos batallas. Si caía Nanawa es muy
probable que Concepción fuese tomada por el enemigo. Aportó hombres y
pertrechos para estas grandes batallas. También toda clase de vituallas. Concepción está firmemente asociada a la
suerte de estas dos batallas de Nanawa, que son hitos fundamentales de la
contienda chaqueña, que significaron la victoria de nuestro ejército y la
ratificación de nuestro derecho y soberanía sobre el gran territorio chaqueño.
NANAWA.
Nanawa…Nanawa…
Grita una voz desconocida
y solo responden
palmares enardecidos.
La bestia dejó de vomitar
su fuego
y de entre la espesura
retornan unas sombras
deformes y mutiladas.
Retornan
a hogares desolados
a reiniciar la brega
en la tierra que se ha vuelto
hostil y huraña.
Atrás quedó
aquella gran batalla
mientras que ésta
está en su comienzo.
La gloria
se destiñe en amargura
y en calladas protestas,
mientras se oyen voces
que gritan:
Nanawa… Nanawa…
¡Tú no estás vencida!
Comentarios
Publicar un comentario