ESPERANDO UN AÑO NUEVO. 2016 está a pocos giros del marcador del tiempo. Como es habitual siempre se esperará algo mejor en lo que respecta a las realizaciones personales y profesionales. El sueño y la esperanza sacudirán la intimidad de nuestros sentimientos y con las campanadas del brindis y del abrazo se marcará su momento culminante de la esperada recepción . Sin embargo esta explosión de júbilo no podrá apartarnos de la preocupación que llevamos encima por la situación que están atravesando numerosos hermanos nuestros que se vieron obligados a abandonar sus hogares ante el avance implacable de la riada, con niveles nunca alcanzados a esta altura del año. Más de 100 mil personas luchan por la supervivencia en asentamientos precarios sin las condiciones mínimas requeridas, con grave carencia de alimentación y atención sanitaria. ¿Son víctimas de la naturaleza? ¿Ellos tienen la culpa de conformar estos asentamientos de lugares inundables? La naturaleza ha reaccionado ante los