MALALA
Sobreviviente de un grave atentado contra su vida la niña
pakistaní Malala Yusafzai de tan solo 17 años fue distinguida como la premio
Nobel de la Paz más joven de la historia. El premio lo compartió con Kailash
Satyarthi de la India. De esta manera fue reconocido su testimonio de lucha y
de denuncias contra graves atentados contra el derecho a la educación de todos
los niños y niñas del mundo sin discriminación de ninguna clase. Hija de un
director de escuela, denunció a través de seudónimo en su blog que se difundía en Gran Bretaña, la persecución y
cierre de escuelas por los talibanes que llegaron a dominar la región
paquistaní donde ella y sus padres habitaban. El 9 de octubre del 2012, el
vehículo en el que viajaba, junto a otras 15 niñas, fue detenido y abordado por
dos hombres armados que preguntaron por ella, y tras identificarla, le
dispararon. Las balas impactaron en su cabeza y los agresores la dieron por
muerta. La socorrieron y la llevaron a Inglaterra, donde finalmente se recuperó. En su mensaje a la ONU, en julio del 2013,
comenzó diciendo: “No es mi día, es el día de la mujer, de los niños y niñas,
que han levantado su voz por sus derechos a ser tratados con dignidad, a vivir
en paz, a ser educados y tener igualdad de oportunidades”. “Nos dispararon
pensando que las balas nos iban a enmudecer” siguió diciendo, “pero de ese
silencio surgieron miles de voces. Se murió el miedo, pero la fuerza y el
coraje renacieron y se fortalecieron. Mis fuerzas son las mismas, mis sueños también”.
“No estoy aquí para hablar de venganza, ni siquiera del talisbán que me disparó.
Llevo conmigo la filosofía de la no violencia, aprendida de Gandhi, de Martin
Luther King, de Nelson Mandela, de la Madre Teresa, de Mohamed Ali Jinah, y la
enseñanza de mis propios padres. Pakistán es un país pacífico, y el Islam es
una religión de paz y humanidad. La paz es necesaria para la educación. No
olvidemos que millones de personas sufren la pobreza, las injusticias y la
ignorancia en el mundo. Llamamos a todas las mujeres del mundo a confiar en sus
propias fuerzas, tenemos que creer en la fuerza de nuestras palabras y unirnos
para construir juntas un destino de paz y educación. Es hora de alzar la voz.
Llamamos a los líderes del mundo a pronunciarse a favor de la educación
gratuita y obligatoria, a luchar contra la violencia, a ser tolerantes y
rechazar todo tipo de discriminación” “Quiero educación también para los hijos
de los talibanes – continuó diciendo - porque ningún niño deberá ser discriminado. El
poder de la educación les asusta a los talibanes, por eso es que matan a maestro. Temen al libro
porque no saben lo que está escrito en los libros”. Finalmente la joven Malala,
expresó: “Debemos apoderarnos del poder del conocimiento. Debemos convencernos,
de que un maestro, un libro y un lápiz, pueden cambiar el mundo” concluyó con
esas palabras, ante el asombrado
auditorio de las Naciones Unidas. El premio Nobel de la Paz de Malala Yusafzai, es todo un signo de los
tiempos modernos. Nos enseña, de qué manera la tecnología de la información
puede vencer las distancias geográficas
y culturales del mundo actual, y por sobre todo nos enseña que a pesar de las
discriminaciones y las terribles violencias, el sueño humano puede seguir teniendo un gran valor, aunque
ese sueño sea el de una niña de un
perdido lugar del planeta tierra.
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