Ir al contenido principal

UN TIEMPO SIN MAÑANA

UN TIEMPO SIN MAÑANA.


Cuesta entender lo que pasa con nuestra gente, especialmente con nuestros jóvenes. Al parecer la angustia predomina sobre los placeres que necesitan  renovarse permanentemente.  Se vive en una tensión que no se acaba y los sicólogos no dan abasto para atender tanta demanda del stress generalizado.  Los padres y maestros pierden el control sobre las nuevas generaciones que surgen, que son aprisionadas, inspiradas y aprehendidas por la magia y los desafíos de las nuevas tecnologías. Aparecen nuevos códigos y se estructura una nueva cosmovisión a partir de flashes y sonidos que abrevan en la fuente inquietante de los medios de comunicación. Hay una crisis que los entendidos la denominan la crisis de la posmodernidad.  En el intento por entender y compartir las inquietudes sobre el tema, nos viene muy a propósito, el artículo publicado en la página cultural de ABC color del domingo 26 de octubre del 2014, por la Lic. Luz S. Cabral, bajo el título de: “Placer y angustia en la posmodernidad. Cuando el paraíso es un shopping”. La autora nos explica que la cultura del trabajo predominante de la era moderna, entró en crisis y comenzó a retroceder mientras  avanza cada vez más la cultura del consumo, que caracteriza a la posmodernidad.  “La nuestra  es,  pues, una crisis de valores resultante del avance de la sociedad de consumo – nos confirma -  Es una crisis de los valores tradicionales que se expresa en forma de una angustia subjetiva cuyo origen, muchas veces, parece ser desconocido e inexplicable para nosotros mismos. Se trata de un efecto de este difícil y al mismo tiempo fácil paso de una cultura de la producción y la acumulación a una nueva cultura del placer y el despilfarro” “La crisis puede llegar a ser angustiante para muchos de nosotros – continúa diciendo – porque el tiempo del progreso, de la planificación de los proyectos, que acompañaban a la moral del trabajo productivo, ha dejado su lugar al tiempo del instante, que es el propio del consumo, del placer y del deseo. Es el tiempo que impera hoy, el tiempo en el que con más frecuencia nos movemos;  pero este tiempo instantáneo del consumo, del placer sin esfuerzo, precisamente por tener todas estas características, es un tiempo sin mañana, es un tiempo sin “después”.  Esto explica porqué a tanta gente, especialmente jóvenes, ya no les importa aquello de que hay que sacrificarse, de que hay que prepararse para el mañana. Lo único que les  importa es el placer de aquí y ahora. Pero sigamos a nuestra autora que nos dice: “Vivimos en permanente choque entre la abstinencia y el placer, entre la disciplina y el abandono, entre el ahorro y la nueva moral hedonista de la compra compulsiva. El tiempo del consumo es el de la repetición renovada perpetuamente de lo nuevo. Es el de una nueva promesa siempre supuestamente mejor que la anterior. Es el deseo vuelto a despertar  de nuevo cada vez y vuelto a frustrar cada vez nuevamente”. Es siniestra esta cultura que se nos ha impuesto. La sociedad del “hiperconsumo”. El mercado debe seguir en movimiento y los bienes y los capitales deben circular, y esto hace inaceptable e inadmisible – dentro de esa lógica -  toda posible satisfacción duradera de los consumidores. Todo debe ser desechable, todo debe estar bajo el ropaje de lo nuevo y prometedor. Todos deben estar atrapados por “un deseo  que a veces ya no da ningún placer ni responde a necesidad alguna”.  Esta nueva cultura nos robotiza e implanta en cada uno un deseo ciego que nos convierte en un ciego motor de la economía. Esto explica porque se le vacía a la gente de todo contenido. Esto explica en gran medida la frustración generalizada.   

Comentarios

Entradas populares de este blog

MORIR EN LA PAVADA

MORIR EN LA PAVADA. Este cuento utilizó el sacerdote en su homilía de este domingo. No citó ninguna fuente pero me pareció interesante como tema de reflexión y heme aquí intentando recordar los detalles del mismo. Un hombre que vivía cerca de una montaña había encontrado en la parte más alta de la misma un huevo. Este era más grande que el de la gallina, y más pequeño que el del avestruz. No podía serlo porque cómo harían la gallina y el avestruz para subirse hasta la cima, pensó. Lo trajo a su casa y como estaba empollando una pava lo puso en su nido. Nacieron las pavitas y entre ellas había una  que parecía más grande y con algunos rasgos y pelos diferentes. Mamá pava cuidaba de todas ellas. Las pavitas crecían comiendo lombrices y frutitas silvestres. Cuando ya estaban crecidos los pavos, el granjero se dio cuenta que aquel huevo que trajo de la montaña era el de un cóndor. Sin embargo este pavo- cóndor seguía comportándose como los otros pavos. Un día que éste vio pasar un cón

EL CACHIA-I

EL CACHIA-I Esta es una palabra del idioma guaraní que se utiliza como calificativo pero muy difícil de ser traducida porque tiene una gran variedad de significados y connotaciones.  Entre los guaraní hablantes cuando este calificativo se le aplica a alguien de inmediato se entiende a  qué clase de persona se está refiriendo.  Puede ser una persona poco seria, informal, de mal gusto e irresponsable que no se preocupa mucho de si lo que dice o afirma puede dañar o no a alguien . Puede ser también un buen bromista que resulta agradable porque sabe contar los chistes, usa bien el tono jocoso y que siempre en las reuniones concita un grupo de seguidores.  Por eso que este calificativo no siempre es del todo despectivo. Pero por lo común este concepto se le atribuye al que no respeta, que no mide las consecuencias de sus palabras y afirmaciones, que no hace las cosas en forma, que quiere congraciarse sin tener ninguna gracia, que no es confiable y por todo ello se lo margina, se lo ev

RECOMENDACIONES INCUMPLIDAS

RECOMENDACIONES  INCUMPLIDAS ¿Para qué sirven los observadores internacionales que llegan al país en ocasión de las elecciones generales? En primer lugar, podríamos decir, que una presencia de esta naturaleza podría ser importante para evaluar el proceso y el acto comicial en sí, atestiguando las formalidades correspondientes, el grado de participación, el cumplimiento de los requisitos mínimos y si fuere el caso, formular las recomendaciones que se considere pertinentes. En nuestro país estuvo presente en las elecciones del 2013 una delegación de observadores de la Unión Europea, que elaboró un informe con 49 sugerencias de las que 24 no fueron cumplidas. Eso se ha constatado ahora con la evaluación realizada ante la presencia de una misión exploratoria de la misma Unión Europea que llegó al país en diciembre pasado. El incumplimiento fue justificado por el hecho de que las recomendaciones no fueron obligatorias. ¿A qué se debió este incumplimiento? Desde la Justicia Electoral s