RESPETO Y
COHERENCIA.
Lesiona y
lastima cuando un medio de comunicación al que se valora y se aprecia incurre
en un mal servicio que se parece mucho a una falta de respeto a la audiencia.
Es lo que nos pareció haber ocurrido en la tarde del día jueves 5 de junio, cuando
el canal televisivo del estado paraguayo, que estaba transmitiendo en vivo nada
menos que la sesión de clausura de la 44ª Asamblea General de la OEA que se realiza en nuestro
país, interrumpe la transmisión en pleno debate, para presentar un programa de
promoción comercial. Resultó lamentable y decepcionante. Se quiso disimular
bajo el ropaje de un flash informativo, pero eso es otra cosa. Era una
transmisión directa y constante del debate y ponencias de los señores ministros
de Relaciones Exteriores. El tema en debate era nada menos que el informe de la Comisión Interamericana
de los Derechos Humanos. Ante un acontecimiento de esta envergadura no se puede
entender que un canal del estado paraguayo, priorice un anuncio comercial. Aquí
no se juzga si el programa comercial en cuestión sea o no interesante, sino la
pertinencia y la oportunidad en que se interrumpe una transmisión. Esa
interrupción hacen los canales comerciales que a menudo faltan al respeto de su
audiencia, pero ¿un canal del estado? Un
canal financiado con el impuesto de la ciudadanía, obligado por lo tanto a
prestar un buen servicio no puede priorizar una publicidad comercial a un
evento de esta naturaleza. Mínimamente hay una falla de programación. El
responsable de la misma debía haber previsto la cobertura del evento. Ver
también como diferir o compensar los servicios publicitarios, pero nunca
interrumpir una transmisión de un evento continental donde nuestro país es el
anfitrión. No podemos descartar la necesidad de que el canal del estado genere
sus propios recursos pero no se puede mantener los mismos criterios de los
canales comerciales. El canal del estado tiene que tener un discurso de
radiodifusión televisiva diferente, eso quiere decir que sus pautas, programas,
y spots publicitarios tienen que ser diferentes. No puede sacrificar la calidad
de su servicio y su coherencia por el afán publicitario. Debe ser un servicio
público. Debe proponerse el rescate y la difusión de la cultura fomentando la
identidad nacional. Sus servicios informativos deben estar signados por la
verdad y la objetividad y deben abarcar a todos los sectores de la ciudadanía y
no ser solamente promotores de los actos del Poder Ejecutivo. Su naturaleza es
la de ser un medio del estado paraguayo. La ciudadanía debe estar atenta para
apropiarse y potenciar este medio, para cuidarlo para que no se desvíe de sus
verdaderos objetivos y para impedir que sea manipulado como cualquier otro
medio televisivo comercial.
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