El gobierno
del Brasil clausuró dos universidades privadas que funcionaban en Río de
Janeiro por la baja calidad académica y por graves problemas financieros. El
cierre significó la cesantía de más de 1600 profesores y de doce mil alumnos
matriculados. Los motivos alegados para el cierre son “la baja calidad
académica, la creciente precarización de la oferta educativa y la grave
situación financiera” de las instituciones afectadas (Diario Ultima hora, 15 de enero del 2014).
¿Y por casa cómo andamos? La proliferación de universidades privadas de los
últimos tiempos, sin control y sin las exigencias necesarias, es fuente de
preocupación de la ciudadanía, porque existen serias dudas respecto a la
calidad de la formación que imparten en medio de precaria infraestructura y la
creciente informalidad de las ofertas de carreras. Solo 59 de las casi 200
carreras de las distintas universidades privadas están acreditadas. La
promoción de las ofertas de carreras sin la acreditación correspondiente es una
suerte de estafa para los jóvenes que pagan sus matrículas. “Durante 70 años – desde 1889 hasta 1959 - solo
existía la Universidad Nacional
de Asunción. En 1960 se le sumó la Universidad Católica
y por 30 años más fueron las únicas dos instituciones superiores del país. Sin
embargo a partir de 1990, algo hizo que se produjera un aumento casi explosivo
de las ofertas de estudios terciarios. En solo 20 años se crearon 50
universidades más, totalizando 52 de las cuáles 8 son públicas y 44 privadas,
según los datos del Ministerio de Educación y Cultura” (Revista VIDA de Ultima
Hora, sábado 15 de marzo del 2014) La misma fuente publica, que este inusitado
crecimiento se dio principalmente porque la Ley 2529, del 2006 concedió al Congreso Nacional la
potestad de aprobar la creación de universidades aun sin contar con un dictamen
favorable del Consejo de Universidades. El Rector de la Universidad Nacional
de Asunción reconoce que“ en los últimos años se dieron situaciones lamentables
que permitieron crear casas de estudios superiores públicas y privadas por
simples acuerdos políticos, pese a que
la universidad y los institutos superiores son organismos eminentemente
técnicos, que deben quedar exentos de cualquier influencia político –
partidaria”. Se espera que con la nueva Ley de Educación Superior, la número
4.995, promulgada en agosto del 2013, se acabe el libertinaje. Es una total
irresponsabilidad que se siga promocionando carreras no acreditadas. El negocio
de las universidades ya va más allá del abaratamiento académico y la
precariedad. Últimamente ya se han dado
casos de denuncias de falsificación de diplomas. ¿Cuántos daños se está
causando a los jóvenes mercando con la educación superior? La sociedad tiene
que defenderse de estos abusos irresponsables para impedir que el tejido moral,
social y cultural, siga deteriorándose hipotecando irreversiblemente el futuro
de nuestro país.
MORIR EN LA PAVADA. Este cuento utilizó el sacerdote en su homilía de este domingo. No citó ninguna fuente pero me pareció interesante como tema de reflexión y heme aquí intentando recordar los detalles del mismo. Un hombre que vivía cerca de una montaña había encontrado en la parte más alta de la misma un huevo. Este era más grande que el de la gallina, y más pequeño que el del avestruz. No podía serlo porque cómo harían la gallina y el avestruz para subirse hasta la cima, pensó. Lo trajo a su casa y como estaba empollando una pava lo puso en su nido. Nacieron las pavitas y entre ellas había una que parecía más grande y con algunos rasgos y pelos diferentes. Mamá pava cuidaba de todas ellas. Las pavitas crecían comiendo lombrices y frutitas silvestres. Cuando ya estaban crecidos los pavos, el granjero se dio cuenta que aquel huevo que trajo de la montaña era el de un cóndor. Sin embargo este pavo- cóndor seguía comportándose como los otros pavos. Un día que éste vio pasar un cón
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