Del 4 al 7
de julio de 1933, se desarrolló la segunda batalla de Nanawa, que fue decisiva
en la defensa del Chaco en la guerra contra Bolivia. “Constituye un capítulo
sobresaliente de la historia militar contemporánea, no solamente de Paraguay,
sino de toda América del Sur” (Batalla de Nanawa, del Gral. De Brigada Dr.
Stephan Vysokolán, publicada en Portal Guaraní). Esta fue la segunda batalla,
la primera fue la del 20 al 26 de enero de 1933. El objetivo del Comando
Boliviano era la conquista del Río Paraguay, estrategia a la que se opuso
tenazmente el General Estigarribia, porque a su parecer, aquello iba a implicar
probablemente la derrota de nuestro ejército. Si caía Nanawa, iba a resultar
imposible evitar que las huestes bolivianas llegaran hasta el río.
Las dos
batallas de Nanawa, especialmente la segunda, la del 4 de julio, fueron decisivas
para la causa paraguaya. La orden del Presidente Boliviano Daniel Salamanca, al
General Kundt, el alemán que comandaba su ejército en campaña, era no volver a
atacar si no se aseguraba la victoria. El enemigo preparó con todo su poderío
el ataque. Tanques, lanzallamas, poderosas unidades de artillería, aviación y
tropas de asaltos. Eran 16.000 hombres contra 6.000 defensores. El Comandante
paraguayo el Coronel Luis Irrazábal, hizo jurar a sus oficiales y soldados de
que iban a morir con él en la batalla antes que rendirse. Tres días de asedio y
al final la retirada del enemigo. La derrota le costó el cargo al general
alemán que organizó el ataque.
En esta
victoria estuvo en gran medida involucrada y comprometida la ciudad de
Concepción. De esta ciudad partía la ruta de abastecimiento. Concepción tiene
la gloria de haber participado muy de cerca en estas batallas decisivas para la
defensa del Chaco.
La palabra
“Nanawa” significa quebracho blanco, en la lengua maká, según el General Juan
Belaieff, citado por Vysokolán, en su obra mencionada. La hazaña y el heroísmo
de los defensores de Nanawa no fueron suficientemente conocidos por las nuevas
generaciones. Esos héroes defensores, fueron muriéndose de a poco, sin ser
reconocidos. De alguna manera fueron también víctimas del juego de intereses
del capitalismo internacional que por su afán de dominio y poder provocó el
enfrentamiento de estos dos pueblos hermanos. En ese sentido la gran causa de
Nanawa sigue abierta. He aquí algunas palabras expresadas en un intento por
rendir ese homenaje que todavía se adeuda:
NANAWA.
Nanawa…Nanawa…
Grita una
voz desconocida
y solo
responden
palmares
enardecidos.
La bestia
dejó de vomitar
su fuego.
De entre la
espesura
retornan
unas sombras
deformes y
mutiladas.
Retornan
a hogares
desolados
a reiniciar
la brega
en la
tierra que se ha vuelto
hostil y
huraña.
Atrás quedó
la gran
batalla
mientras
que ésta
está en su
comienzo.
La gloria
se destiñe
en amargura
y en
calladas protestas,
mientras se
oyen voces
que gritan:
Nanawa…
Nanawa…
¡Tú no
estás vencida!
Comentarios
Publicar un comentario