ATROPELLO HUMILLANTE
De humillante y
doloroso se puede calificar el grave atropello de productores brasileños que
desalojaron violentamente y de forma totalmente ilegal a campesinos
compatriotas ocupantes de colonias asentadas en tierra fiscal administrada por
el INDERT (Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra). El INDERT es una
institución del Estado Paraguayo encargada y responsable de la administración
de las tierras públicas o estatales de conformidad al Estatuto Agrario y es
inconcebible que fiscales y jueces autoricen estos violentos desalojos en
colonias autorizadas por la misma. Si se respetara la institucionalidad,
los fiscales y jueces deberían solicitar informes al INDERT ante las
pretensiones o denuncias de supuestos propietarios antes de conceder y
encaminar los desalojos. Además no se
puede conceder una orden de desalojo si los demandantes no arriman los
comprobantes de la propiedad del inmueble que reclaman. Todo esto se viola
sistemáticamente en el interior del país, como si fuera que para nuestros
compatriotas campesinos rigieran otras leyes. Según el amplio informe del
Periódico Digital E´a en su edición de la fecha, 14 de enero del 2016, el
violento desalojo tuvo lugar en las colonias Guahory y San Sebastián,
Departamento de Caaguzú, dirigido por el Fiscal de la Zona Alfirio González,
con participación incluso de policías brasileños, sin orden judicial alguna,
por simple denuncia de los sojeros, según lo reconoce el INDERT. Incineraron más de 100 viviendas con todos
los enseres adentros, e incluso la capilla del lugar, dejando un tendal de
heridos algunos de gravedad. Estos vandálicos hechos ya fueron denunciados por
el Obispo de la Diócesis de Coronel Oviedo, y en el propio parlamento por el
Senador Nacional Luis Alberto Wagner. Claro, la prensa comercial se mantiene
callada. El INDERT, ha resuelto intervenir las colonias invadidas para
posibilitar el retorno de unas 250 familias que residían en ese inmueble de
2000 hectáreas y cuyas viviendas fueron arrasadas e incendiadas con todos los
enseres adentro. ¿Podrá el INDERT revertir esta desgraciada y miserable situación? Lo
más grave es que no se trata de un caso aislado, es una situación que se viene
repitiendo en varios puntos del país en violación abierta del Estatuto Agrario,
pervirtiendo el fin social que las tierras del Estado deben cumplir al servicio
de los compatriotas campesinos. ¿Por qué se calla el nuevo Ministro de
Agricultura y Ganadería ante atropellos de esta naturaleza? ¿No es que iba a
desarrollar una política de apoyo a los pequeños agricultores para combatir la
pobreza? Un primer requisito para el
desarrollo de los pequeños agricultores es la defensa y la garantía de sus
tierras de cultivos y la vigencia plena del Estatuto Agrario. No se puede
permitir una política agraria que solamente beneficie a los productores
empresariales. Eso es ausencia de Estado o lo que es peor, presencia de un
Estado que permite la vigencia de un régimen de injusticia y marginación de
nuestros compatriotas agricultores. Es indignante que la ciudadanía se mantenga
callada e indiferente frente a estos graves atropellos que sufren nuestros
compatriotas del interior del país. Es una grave irresponsabilidad que puede
costarnos a todos dolorosos obstáculos en el esfuerzo por construir un país en
justicia, con libertad y soberanía.
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