LA DIGNIDAD DEL VOTO
El país se encamina a
las elecciones municipales del domingo 15 de noviembre de 2015. Serán electos
Intendentes Municipales y miembros de las Juntas Municipales de 250 municipios
del país. Como nunca antes esta fase pre electoral estuvo saturada de denuncias
de un altísimo nivel de corrupción en casi todos los municipios, de casos
generalizados de malversación de fondos y de lesión de confianza. Y lo más
grave de todo eso es la implementación de un sistema de impunidad que descalifica
al sistema judicial y genera un sentimiento de impotencia y de desesperanza en
la población paraguaya. Hay un deterioro creciente de nuestro sistema
democrático bajo el peso de la violencia que significa la compra y la venta de
votos, que se ejercita a plena luz del día, hecho que se reitera y se ratifica,
y se vuelve casi “normal” sin que nadie fiscalice el origen de los
financiamientos políticos lo que permite que se desnaturalice la democracia y
se convierta en plutocracia. Llama la
atención que ante estos hechos tan graves que los Obispos de nuestro país se
mantuvieran en silencio ante este deterioro moral grave de una nación con una
población que se declara en un 90% perteneciente a la religión católica. La
doctrina social de la Iglesia Católica define el compromiso socio-político del
cristiano, de la necesaria coherencia entre fe y vida, y de la obligación de
dedicar la vida a la gestión del bien común con honestidad y responsabilidad.
De ahí surge una pregunta preocupante ¿porqué en un país que se declara
católico existe tanta corrupción? La respuesta es un tema para la
reflexión. Pero finalmente la Conferencia Episcopal Paraguaya se ha pronunciado
y en su última reunión exhortó a los ciudadanos para que en las elecciones
municipales del próximo domingo 15 de noviembre del 2015 “Castiguen con sus votos a los candidatos inmorales e ineptos” Es decir
que castiguen con sus votos a candidatos “indignos que han traicionado la
confianza de la población ya sea por actos inmorales e impropios, con
impudicia, ineptitud e incompetencia en el ejercicio de sus funciones” En este
caso, la referencia es a los que están buscando una reelección a pesar de sus
incompetencias y graves acusaciones de deshonestidad. En otra parte, los
señores Obispos señalan que “las ambigüedades de las campañas, la maquinaria
partidaria, y el vicio de la compra venta del voto, no deberían empañar ni
deslegitimar la voluntad sagrada en las urnas” Recuerdan también que “El ejercicio responsable del voto implica que
además de evaluar las propuestas de los candidatos se debe considerar la
honorabilidad y rectitud de sus vidas, demostradas en sus actividades públicas
y privadas. Por eso invitan a votar en conciencia, sin ningún tipo de presión
ni prebendas, respetando la propia dignidad de ser hijos de Dios celosos del
bien común” Finalmente “exhortan a candidatas y candidatos a actuar con
rectitud, a no manipular las conciencias ni las necesidades de la gente, a
respetar la dignidad de los más pobres, evitando las prácticas prebendarías y
clientelares” Bien por este mensaje de
los Obispos del Paraguay, pero a nuestro parecer se requiere de un trabajo
pastoral permanente y persistente, porque está en juego la supervivencia misma
de una sociedad civilizada y respetuosa de la dignidad humana.
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