ECONOMÍA CON ROSTRO
HUMANO
La semilla de la
prédica de que la economía debe tener rostro humano del Papa Francisco cayó en
tierras áridas y tendrá muchas dificultades para brotar al menos en nuestro
país. Recordemos que habló de las Tres T (Trabajo, techo y tierra) y que para
el logro de estos objetivos hay que cambiar las estructuras para que la
economía esté al servicio del pueblo. Sentenció que la política no debe
dejarse dominar por la especulación financiera y que se debe desterrar toda
forma de nuevo colonialismo, es decir, su condena al sistema capitalista
financiero fue categórica y lapidaria. Nuestro
país enfrenta serios problemas estructurales
que deberán ser superados para que la tan proclamada lucha contra la pobreza
sea algo más que un discurso. El 10.5 % de la población, unas 710 mil personas
viven en la pobreza extrema, es decir en la pobreza absoluta, el nivel más
grave de la pobreza que implica la falta de recursos para satisfacer las
condiciones mínimas necesarias para la subsistencia. Esta pobreza extrema
sufrió un incremento del 0.4 % durante la vigencia de este gobierno según lo
reconoce la propia Secretaría Técnica de Planificación. La pobreza extrema está más acentuada en el campo donde existe según la
ONG “Alter Vida” más de 300 mil campesinos e indígenas sin tierra y sin
territorio, a consecuencia de las tierras mal concedidas o mal habidas cuya
recuperación no forma parte de los objetivos y de la capacidad de este
gobierno. Hay que recordar en este punto, que por lo menos la mitad de las
tierras sojeras fueron propiedades indígenas y campesinas. El 100% de los
nativos del Paraguay viven en la pobreza extrema, mientras que el 40.2 % de los
indígenas de 15 años y más de edad es analfabeta y sólo el 12.2 % de esa
población tiene acceso a los servicios médicos. Existen 414 comunidades
indígenas que necesitan que se les resuelva sus problemas de tierra (Mesa de
Articulación Indígena del Paraguay). La
presión y la expulsión de sojeros y ganaderos de campesinos y de comunidades
indígenas convierten en parias a centenares de miles de compatriotas. La
pobreza y la discriminación se agudizan por el deficiente servicio de salud. Hay
gente que muere a diario por falta de medicamentos y terapias intensivas. El
sistema educativo arrastra descuido de décadas de desatención. No hay fuente de
trabajo suficiente y se eleva el nivel de desocupación y de actividades
informales. No se plantea cambio en la
estructura de la política tributaria. El 80% de los impuestos son indirectos,
es decir pagan los pobres que son los consumidores finales. Mientras que los
grandes empresarios de la agricultura y la ganadería, pagan en concepto de
impuesto inmobiliario, la insignificante suma de 2.500 guaraníes la hectárea. Por
otra parte hay baja ejecución presupuestaria, la actividad económica se
resiente, hay menos recursos para los gastos públicos. Se estima una evasión
impositiva del 40% mientras abundan las remuneraciones exageradas de
funcionarios públicos y las compras sobre facturadas. El gobierno plantea duplicar el déficit presupuestario y endeudar más
al país. La mega corrupción y la narco política impiden una gestión honesta y
eficiente que sumada a la incapacidad o la falta de voluntad política para
promover los cambios estructurales necesarios, hacen que el rostro de nuestra
economía sea cada vez más inhumano.
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