HASTA PRONTO PAPA
FRANCISCO
Hace 48 horas que el avión de Alitalia emprendió su vuelo
llevando de regreso al Papa Francisco y su calificada comitiva. Y si bien las
banderas ondeaban incesantes, y las lágrimas asomaban a los ojos, fue muy
difícil decirle adiós al Papa Francisco.
Todos sabíamos que era un hasta pronto, porque su presencia fue muy intensa
entre nosotros que ya será muy difícil ausentarle. Vimos a un Papa humano, un
ser afable y sencillo, que no terminaba nunca de sonreír a la gente. Sus
mensajes fueron diálogos donde cada uno de los que conformaban esa inmensa
multitud que le seguía, se sentía interpelado. Avivó la fe, la verdadera,
la que está hecha de amor y solidaridad. La fe que aún en las más duras
encrucijadas de la vida se mantiene encendida porque al ser humano que la
sustenta le asiste la confianza de no estar abandonado. Nos recordó que una fe sin la solidaridad, es una fe débil, enferma o
muerta. Su primer acto importante fue el abrazo efusivo de los niños y niñas en
el Aeropuerto. Desde su arribo centenares de miles de personas llenaron las
calles y avenidas de la ciudad durante tres días coreando su nombre: “Papa
Francisco, te queremos” o “Rohaihu, Papa Francisco” “Mensajero del amor y de la
paz” Todo el país se iluminó de colores y alegría. En su primer mensaje
habló de la necesidad de que todo desarrollo económico tenga rostro humano y
condenó la corrupción y el narcotráfico. Daba así la primera señal de que tenía
conocimiento del país al que había llegado. Estos temas fueron una constante en
sus mensajes. “Los pobres tienen mucho
que enseñarnos en humanidad, bondad y sacrificios. En ellos vemos el rostro y
la carne de Cristo” diría en otro momento, mientras que respecto a la
corrupción llegó a afirmar que “El chantaje es corrupción, la corrupción es la
polilla, la gangrena de un pueblo” Permanentemente elogió a las mujeres de
esta tierra. “Quisiera referirme de modo
especial a ustedes, mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y
abnegación han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por una
guerra inicua. Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que
reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo, junto a María”
Habló a los jóvenes, a quienes les recordó que el “compromiso y la entrega son
valiosos y no son como para andar por la vida como anestesiados. No tengan miedo de dejar todo en la
cancha, jueguen limpio y con todo. No coimeen al referí” (Diario Ultima
Hora, 14 de julio de 2015). Habló de la hipocresía, de los políticos que
hablan lindo, pero que en verdad son unos mentirosos. Habló del bien común como
identidad y finalidad de la política, que la patria debe estar primero y
después el negocio. El acto más auténtico y menos programado y condicionado
fue el encuentro con la gente del bañado. “No
podía estar en el Paraguay sin estar con ustedes, sin estar en esta su tierra”
Les dijo el Papa. El mensaje de dos representantes de los bañadenses reseño la
lucha que vienen soportando sin olvidar el origen de la tragedia, el de ser los
desplazados del campo. Lamentablemente los medios masivos de comunicación no
publicaron esos contenidos. Esa omisión también fue una constante. Hay muchas cosas que decir y en realidad
es imposible intentar resumir toda la grandeza de esta extraordinaria visita.
Gracias Papa Francisco. El Paraguay está vivo. Vivo en la fe y en la esperanza
bajo la protección y la bendición de Jesús Redentor. Papa Francisco, tu presencia sobrevive entre
nosotros. Hasta pronto.
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