EL INMORTAL
JOSÉ ASUNCIÓN FLORES.
Hoy se
celebra el Día de la Guarania ,
en recordación a la fecha del nacimiento de su creador José Asunción Flores.
Nació el 27 de agosto de 1904 y falleció el 16 de mayo de 1972 en la ciudad de
Buenos Aires, donde vivía exiliado sin posibilidad de retornar al país. En la
biografía del gran maestro, se recuerda aquel incidente de su niñez, cuando fue
aprehendido por la policía por haber robado un mendrugo de pan para saciar su
hambre a la edad de 11 años y que como castigo - hecho providencial – fue obligado a
incorporarse como aprendiz a la banda de Música de la Policía de la Capital.
En 1949, en
reconocimiento por sus importantes contribuciones a la música, al arte y a la
cultura, fue galardonado con Orden Nacional al Mérito, distinción que no aceptó
en protesta por el asesinato del estudiante Mariano Roque Alonso, en una
manifestación contra el gobierno. Este rechazo significó para el ser calificado como “traidor a la patria” y
nunca más pudo retornar al país en vida. José Asunción Flores ha trascendido a
la inmortalidad, como creador de la guarania y como una de las personalidades
musicales más influyentes en la historia del Paraguay. En su homenaje estas
expresiones de admiración:
A JOSE
ASUNCION FLORES.
Penetraste
en el alma de tu pueblo
hasta el
misterio de lo arcano
para
convertir en canto
el dolor de
sus luchas y de sus sueños
José
Asunción:
Por fin
regresas
a la misma
arcilla
de tu valle
perenne
Y desde la
profundidad
de los
tiempos
quién sabe
si Manú
te esté
aguardando
con la rima
de un verso
todavía
presente.
Temieron
tanto tiempo
tus cenizas
porque tu
canto
es rebeldía
que habla
de una estirpe
por siempre
indomeñable.
Todavía
temblarán
los
poderosos
porque no
pudieron
acallar el
germen de tu canto.
De ese
canto bello
que más
allá del aguijón artero
con que
intentaron mancillarte,
proclama
con fuego la esperanza.
Tu canto
exalta
la virtud
suprema
del hombre
y de su lucha
que se hace
inmenso
como la
humanidad entera.
José
Asunción
hay otras
cenizas que quedaron tan afuera
como las
arenas del desierto.
Tu traes no
obstante
la
raigambre redimida del sueño nuevo
que se
gesta en tus guaranias.
Por fin
José Asunción
se
aquietará tu alma.
Y mientras
reposas
en esta
tierra por tu canto bendecida,
resurgirá
pujante
la dignidad
del presente y del mañana.
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