CASTA DE
MERCADERES.
El sistema
electoral paraguayo adolece de vicios graves en su misma base al degradarse y
desvirtuarse la elección de los candidatos de partidos y movimientos para los
cargos electivos. La grave denuncia fue presentada a través de un informe que
adjuntó a su propuesta de proyecto de ley de internas simultáneas el diputado
Sergio Rojas perteneciente a la bancada del Partido Liberal Radical. Mencionó
que en el país existen y coexisten en el Padrón del Tribunal Superior de
Justicia Electoral nada menos que 903.711 ciudadanos con múltiples afiliaciones
habilitados para participar en las distintas internas de los partidos
políticos. El mencionado legislador afirmó que:“Esta práctica lo único que ha
generado es una casta de mercaderes de la política que elecciones tras
elecciones aparecen con el único fin de poner precio a su participación, en
desmedro de la transparencia electoral, la calidad de la política y en
definitiva la calidad de la democracia”(Ultima Hora, 29 de abril de 2014, página
8) “Esta situación – siguió diciendo – hace que un ciudadano afiliado a varios
partidos políticos, pero sin compromiso con ninguno, participe en los comicios
internos de cada uno de ellos, y a pesar de que eso riñe con la legislación
electoral, lo cierto y lo concreto es que en 25 años de democracia no ha habido
un solo condenado por delitos electorales”. Claro, es muy difícil que alguien
sea condenado por este delito electoral, puesto que toda la clase política
dirigente, apaña este procedimiento. Ninguno de los partidos o movimientos
políticos han demostrado hasta ahora interés en combatir esta irregularidad
distorsionante. Es evidente que juegan y especulan con ello. El Tribunal de
Justicia Electoral conoce esta situación pero traslada la responsabilidad de
sanear los padrones a los partidos políticos y movimientos y estos permanecen
callados y evasivos.
Se habló de que por ley, la afiliación que vale es
la última, pero las solicitudes carecen de fecha y con esta omisión se permite
que siga la comparsa. Esto hace que se encarezcan las internas y el que tiene
más recursos económicos compra los resultados por este medio. Otra práctica
distorsionante que se ha denunciado últimamente son los traslados de registros
de una localidad a otra según los intereses que se tenga y los recursos
disponibles. Con este medio se abulta artificialmente el padrón de una
determinada jurisdicción para incidir a favor de algunos de los candidatos
mediante las compensaciones monetarias.
Naturalmente hay mucha resistencia al proyecto de ley de las internas
simultáneas. Alegan dificultades de los procedimientos, pero lo más probable es
que la razón principal sea mantener un proceso fraudulento que atenta
seriamente contra el sistema democrático de nuestro país. El deterioro de la calidad
política y democrática, al final nos daña a todos, porque puede seguir
postergando los sueños legítimos de un Paraguay nuevo, justo y transparente que
todos nos merecemos
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