JUGAR CON
FIERRO.
Estoy
leyendo y releyendo el titular del Diario Ultima Hora de la fecha: MATAN A
QUIEN ALERTÓ AL INDERT SOBRE TIERRAS OCUPADAS POR SOJEROS. Imposible evitar el
dolor y la indignación. Ya no es sorpresa. Eusebio Torres, es uno más en esta
larga historia de lucha y de muerte de los compatriotas campesinos. Cometió el
crimen de denunciar que las tierras adquiridas por el estado, y por lo tanto,
pagado por los ciudadanos con sus impuestos, para una colonia de campesinos,
era un mar de sojales. En realidad son dos colonias, con miles de hectáreas,
centenares de lotes destinados a los campesinos, ocupados casi enteramente por
compradores o arrendatarios de derecheras. En este caso no hay compradores de buena fe.
Es posible que hayan pagado por las “derecheras” o hayan desahuciado a sus
locatarios para hacerse de sus inmuebles, pero el acto es ilegal tanto como si
se comprara un artículo robado, no confiere derecho. Estos lotes son del estado
paraguayo. Hay miles de compatriotas campesinos sin tierra que viven bajo
carpas a la vera de los caminos esperando una oportunidad, mientras los
usurpadores siguen beneficiándose impunemente.
Hay que dejar de tergiversar las cosas. No hay una oposición a la
agricultura empresarial, al cultivo de la soja, pero sí hay y debe haber una
resistencia firme de las autoridades y de toda la ciudadanía, a los actos de
atropello a las normas ambientales, a la usurpación y a la ocupación de
inmuebles destinados a parques nacionales o a la reforma agraria y a los procedimientos
criminales a través de los sicarios que ya han causado centenares de muertes de
dirigentes campesinos con total impunidad. Tampoco se está contra de los
brasileños y de los brasiguayos, que
trabajan y producen nuestra tierra respetando los principios legales y las
normas de convivencia. Este es un país muy hospitalario, demasiado
hospitalario. Pero son inadmisibles los abusos y los atropellos a la vida y a
la dignidad de nuestra gente y de nuestro pueblo.
Para
nuestro gobierno es una prueba de fuego este tema de la recuperación de los
terrenos fiscales y de los inmuebles que fueron adquiridos para la reforma
agraria. Si no adopta una firme actitud y se claudica en la gestión de esta
recuperación inmobiliaria, estaríamos hablando de fracaso de este gobierno.
Fracaso en la anunciada lucha contra la pobreza, fracaso en la reivindicación
de nuestra dignidad ciudadana.
Eusebio
Torres, dirigente de la Comisión Vecinal
Santa Lucía, de Ytakyry, fue abatido ayer, de cuatro balazos en su propio
domicilio. Tenía 64 años y deja once hijos. ¿Será una muerte más? ¿Otro
sacrificio inútil de compatriotas campesinos que luchan por una tierra propia?
Este no es un problema de campesinado que ocurre allá a lo lejos en los
linderos fronterizos. Es un problema nacional. Frente a esta realidad la
claudicación es y será un acto
miserable e indignante del que tenemos que avergonzarnos sincera y
profundamente.
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