REPUBLIQUETA DE LA
CORRUPCIÓN
El sistema de la
corrupción en el país está fuertemente instalado y es muy difícil que se pueda
combatirlo porque es una obra de la clase política dominante. El Estado
paraguayo ha perdido gran parte de su soberanía porque está ocupado por una
Republiqueta de la corrupción. Utiliza el mismo territorio y la población está
dividida con alta tendencia a aumentar la proporción a favor de la Republiqueta.
Eso explica que gran parte de las autoridades de las gobernaciones y municipios
ya no respondan verdaderamente al Estado Paraguayo sino a los que dominan el
sistema de la corrupción instalado en el país. Eso explica que más de 400 millones de los royalties y 200 millones
del FONACIDE (Fondo Nacional de Inversión pública y Desarrollo) se hayan
dilapidado en estos últimos años y todo el interior siga siendo cada vez más
atrasado, sin caminos de todo tiempo, sin centros de salud, con escuelas y
colegios que se derrumban. Y eso que el 80% de los royalties debían ser
destinados a obras de infraestructuras de las ciudades y municipios y el 100 %
de los fondos del FONACIDE en el mejoramiento de los edificios escolares y la merienda
o almuerzo escolar. Muchos de los intendentes y gobernadores se
enriquecieron pero sin dejar de someterse a las condiciones impuestas por los
directivos de la Republiqueta de la corrupción. No se les permitió a
intendentes y gobernadores que sean los únicos beneficiarios. Con esa plata se
ayudó a los caudillos locales a financiar la prebenda, una parte se destinó al
sostenimiento de cada partido, otra parte a los parlamentarios que tienen que
cuidar que las intendencias no sean intervenidas y que los intendentes no sean
enjuiciados. Esta realidad todo el mundo
lo sabe, pero no será fácil cambiar este nefasto sistema. No le permitirán al
Poder Ejecutivo que se le saque a los municipios la administración de los
fondos del FONACIDE como lo pretende con el reciente Decreto de Emergencia por
el término de un año. Son muchos los interesados que eso no ocurra.
Hablarán de la descentralización. Una descentralización que como un ideal es
buena pero que en la realidad siempre fue una mentira. Se crearon las gobernaciones
pero no se les ha permitido administrar sus presupuestos. Nadie se preocupó en preparar a los municipios para administrar con
eficiencia los recursos que les fueron proveídos. A tanto llegó la ironía en
este tema, que los políticos fueron creando municipios que no reunían los
requisitos mínimos establecidos, solamente para que reciban los fondos de
royalties y FONACIDE. La Republiqueta de la corrupción sigue firme y sus
tentáculos llegan a todas partes; si al final, se aprueba la centralización de
la administración de los recursos del FONACIDE aunque sea temporalmente, ya
encontrarán la forma de infiltrarse y seguir obteniendo sus beneficios ilegales. El
poder de la Republiqueta de la corrupción también abarca otras esferas delictuales
como el narcotráfico, el contrabando, la evasión impositiva, los fraudes
judiciales y los sobrecostos de las distintas licitaciones. Abarca además las
ventas fraudulentas de tierras, la desforestación indiscrimada, la
contaminación de todos los recursos hídricos del país entre otros tantos
negociados. Señores, es una pena reconocer, que la nación ha perdido su
soberanía ante el gobierno de la corrupción, pero lo más grave es tener que aceptar, que con esta clase política dominante, será
muy difícil salir de esta terrible encrucijada.
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