MADRE, ES TU DÍA

MADRE, ES TU DÍA.

 Madrecita te queremos mucho. Rendirte el homenaje de gratitud y cariño es lo más justo que pueda existir. Pero preocupa un tanto que este tu día se convierta en el día de las ofertas bajo la presión de las publicidades que intentan relacionar la gratitud y el cariño con un objeto cualquiera. Esto deforma el significado de tu día porque todo se reduce a mero sentimentalismo, sensiblería. El sentimentalismo no es sentimiento. El sentimentalismo es una falsa moneda porque hace que muchos lloren por nada. O que actúan sin pensar en lo que hacen movidos por la fuerza de la infuencia economicista. Cuando verdaderamente se habla de amor, si se tiene sentimiento, el pensamiento está presente y el corazón comienza a latir de manera diferente.  El amor a una madre se debe extender a todas las madres. No puede ser solamente un acto egoísta. La prédica mercantilista intenta apartarnos del verdadero significado del homenaje a la madre. Pretende que todo sea un acto egoísta, materialista, de cosas. En un día de la madre sería injusto no pensar en tantas madres que sufren las angustias de las necesidades, a las que la inseguridad cotidiana les ha arrebatado un hijo o una hija, a las que no pudieron salvar la vida de sus hijos por falta de medicamentos o viven desamparadas en refugios inhumanos. El homenaje a las madres debe ensancharse hasta los máximos límites de la solidaridad y de la justicia.  

MADRE, ES TU DÍA.

Dicen que es tu día, madre.

Pero ¿Qué hay de ti?

¿Qué saben de tu angustia                         

y del dolor que te oprime,

cuando el pan se hace mezquino?

¿Qué saben de la impaciencia

de tu espera

cuando la noche se hace alarga

y el hijo no regresa

inquietando tus vigilias?

O lo que piensas

cuando el peligro está latente

acechando en cada esquina

y el silencio se prolonga

en artera incertidumbre

porque la justicia está ausente.

Dicen que es tu día, madre.

Sé fuerte,

 porque en la sacudida del afecto,

se podrá sentir de nuevo

que Dios obró contigo

el más bello milagro

de un misterio tan perenne.