HOMENAJE A UN AMIGO
Los amigos de la vida realmente son muy pocos.
La mayoría corresponde a tiempos de coincidencias circunstanciales. Por eso cuando me informaron que un amigo de
la vida había fallecido me quedé un
largo rato en silencio. Recordé su tiempo, nuestro tiempo, cuando en aquellos
años mozos comenzábamos a escudriñar los horizontes de la vida. No teníamos
nada y teníamos todo. Éramos de origen humilde, compartíamos un banquillo de
zapatería. La secundaria nos marcó el camino y comenzamos a mirar la vida con
más convicción y ánimo. Conocimos
juntos el ideal de servicio de la JOC, Juventud Obrera Católica que nos ayudó a
beber en la fuente del compromiso cristiano. Esa senda nos llevó a ser parte
del Movimiento Social Demócrata Cristiano del Paraguay con toda la fuerza de
sus ideales y propuestas doctrinarias. Pero lo que realmente marcó a fuego nuestra
vida fue nuestra incursión en la tarea de comunicación radial. Cuando entonces,
existía una sola radio local, Radio Concepción, a la que accedimos con una
iniciativa propia. Constituimos con toda la precariedad del caso, una empresa
publicitaria denominada “Organización Publicitaria Senda” conseguimos arrendar
un espacio de una hora todos los días de 20 a 21 horas. Dividimos el horario en
varios programas, que para suerte nuestra resultaron exitosos. Al cabo de un
año, la Dirección de la Emisora terminó contratándonos. Nos asociamos y nos
des asociamos. Finalmente cada uno siguió su camino, pero nunca nos hemos
olvidado el uno del otro. A mediodía de
ayer al ser informado de la muerte de mi amigo, se me vino a la mente los inmortales
versos de Alberto Cortez, “Cuando un
amigo se va, queda un espacio vacío, que no puede llenar, la llegada de otro
amigo” y esta otra estrofa: “Cuando un amigo se va, galopando su destino,
empieza el alma a vibrar porque se llena de frío” Pero también recordé
algunos versos de la hermosa canción de Víctor Heredia titulada “Tiernamente
amigos” Rescato la estrofa final que dice: “Aún
recuerdo su sonrisa, y siento que el destino es como algunas botellas donde
duerme el vino. Unos se conservan y otros se avinagran, y aunque el tiempo mate
ciertas bellas almas, siempre guardo lo que fueron suyo y mío y les puedo
asegurar que no tuve nunca más un amigo igual” Mis respeto y homenaje a mi
amigo Eustaquio Fleitas Coronel, de la ciudad de Concepción, donde reposarán
sus restos. Luchó animado hasta el
último momento contra la terrible enfermedad que le aquejaba, acompañado de
Sara, su querida esposa y de sus hijos.
Durante su largo tratamiento hablamos varias veces por teléfono. Tenía
restringidas las visitas por indicación médica. La última vez que lo hicimos
una semana atrás, le dije: “Compañero, quiero estar contigo, abrazarte y darte
ánimo” Gracias, me respondió, te avisaré en qué momento podes venir a verme.
Nunca me avisó. La ciudad de Concepción pierde un hijo ilustre y estoy
seguro que le tributarán un sincero homenaje. Fue un empresario dinámico y un
referente de la ciudad. Padre de una familia distinguida. Mi amigo Eustaquio adelantó su
partida. Cumplió su misión y como dice San Pablo, en su vida libró una muy
buena batalla. Mi solidaridad y condolencia para sus familiares y amigos.
Descansa en paz, compañero y hermano de la vida.
Que acertadas palabras! Buen padre, trabajador, honesto...un ejemplo a seguir y realmente un hombre ilustre de la ciudad de Concepción como muy pocos que quedan!!!
ResponderEliminar