DEFENSORÍA DE AUDIENCIA.
Como un avance significativo fue destacada la institución de
la Defensoría de Audiencia en la nueva Ley de Telecomunicaciones de la hermana
República Argentina, en el reciente Foro de Comunicación realizado el 14 de
noviembre pasado en nuestro país. También
en el avanzado proyecto de la República del Uruguay, está contemplada esta
defensoría. “Es un nuevo cambio de paradigma que consagra a la audiencia como
sujeto de derecho” había expresado Flavia Pauwels, representante de Argentina
en el evento, al realizar su exposición.
Es un ente autónomo cuyas funciones, finalidad y presupuesto establece
el Parlamento Nacional. Es un organismo
público especializado en derecho a la Comunicación y tiene alcance nacional.
Sus intervenciones son procesos pedagógicos. Actúa por propia iniciativa o en base a denuncias y sus dictámenes son
ampliamente difundidos. Ejerce la
representación de determinados grupos sociales, niños, mujeres, indígenas,
etcéteras y denuncias las estigmatizaciones.
Acompaña a las radios comunitarias, indígenas y campesinas,
orientándolas para la gestión de sus autorizaciones correspondientes. La
expositora concluyó su presentación con un mensaje muy claro, diciendo que hay
que instalar este debate, hay que hacer conocer este derecho, porque nadie
reclama un derecho que no conoce. Esta
defensoría es uno de los puntos, que deberá estar contemplada en la nueva ley
de telecomunicaciones de nuestro país. Existe una ley de defensa del
consumidor, para la compra de productos o reclamos de mal servicios, pero en lo
que respecta a la audiencia no existe ningún control y el abuso está en auge
total. Los medios comerciales tienen
predominio total en el campo de la comunicación audiovisual y se rigen por el
afán de lucro y el rating a cualquier precio. No se respeta la ley de
protección del menor ni la intimidad de nadie. Las promociones van de los
vídeos porno a la cita ciega tan peligrosa para estos tiempos, o a la oferta de
lente infrarrojo para ver “todo”, o a la invitación para que las mujeres
adquieran sus armas de fuego. Nadie controla el tiempo de publicidad en los
cortes, ni el cumplimiento de horario de protección al menor. Ya no se vende
publicidad a la gente, sino que los medios vende gente a las empresas a través
de las audiencias cautivas, como afirmara Ignacio Ramonet, conocido periodista
internacional. Predominan las
informaciones amarillas que ahora ya son dramatizadas con montajes de efectos y
sonidos. En la televisión no hay producción nacional y los enlatados que oferta
son de muy baja calidad. Si alguien
reclama, los presentadores se burlan y sugieren cambio de canal. La audiencia
está indefensa y sin alternativa. La televisión pública es muy incipiente y más
bien tiende a seguir las pautas de los medios comerciales. “El derecho de
recibir información veraz, responsable y ecuánime” es un derecho
constitucional, según lo establece el
Art. 28 de la Constitución Nacional. ¿Qué hace y qué hará el estado para
garantizar este derecho? ¿Qué hará para proteger a la audiencia de la
manipulación y la desinformación? ¿Qué hará la sociedad para defender este derecho? Sería una lástima que no se hiciera nada, porque
eso sería una manera de excluir y de excluirse de la necesaria participación
activa en el debate y en la lucha por construir el futuro del país que nos
merecemos.
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