STAFF DE LA ESTAFA
Ya no
sabemos si tenemos que sorprendernos o alarmarnos. O debemos callarnos
indiferentes ante la miserable ritualidad de todos los días de la estafa y la
corrupción. Hay personas que ya dicen que estas publicaciones desaniman y
generan un estado de negativismo y desaliento. Preferirían que todo concluya en
el “ya sabemos” y dejar pasar sin volver a mencionar los casos, porque al final
– dicen – no hay viso de solución. Y sin embargo hay que seguir denunciando, a
hora y a deshora, sin perder la esperanza porque este es el único recurso con
que cuenta la ciudadanía honesta en su titánica lucha contra el robo y la
corrupción imperantes.
En nuestra
consideración de hoy nos referimos al caso de la estafa de campesinos
beneficiarios del Crédito Agrícola de Habilitación. Recordemos que el Crédito
Agrícola de Habilitación fue creado para los campesinos más pobres, a aquellos
que no pueden acceder a los créditos del Banco Nacional de Fomento, porque no
reúnen las condiciones mínimas exigidas por la reglamentación bancaria.
Recordemos también que en el pasado, a los prestatarios de esta institución, se
les exigía algunas garantías, y al no poder honrar sus deudas terminaban
también perdiendo sus carros y sus bueyes.
Esta
situación resultaba grave, porque los beneficiarios, en vez de ser ayudados
terminaban siendo más pobres, al perder incluso sus pocos elementos de trabajo
y de labranza. Pero ahora estamos ante una situación más grave aún. Figuran
como deudores de préstamos que nunca recibieron, de los que no estaban ni
siquiera enterados. Muchos de ellos tomaron conocimiento a través de la empresa
de informes confidenciales de morosidad que les inhabilitaban para nuevos
préstamos o compras a créditos. Funcionarios de la misma institución falsificaban
sus firmas y se beneficiaban de los supuestos préstamos de los agricultores. Se
habla de 5000 casos, por un monto total aproximado de 2.300 millones de
guaraníes. Los hechos datan del 2001 al 2013, y recién en estos últimos tiempos
saltaron al tapete. Esto supone que todo un staff de una organización
delictuosa conformada por los mismos funcionarios ha estado operando con total
y plena impunidad. La institución no ha sido saneada. No se ha determinado
quiénes son los culpables. Y seguramente ya está en marcha todo un sistema de
protección de los implicados. Con todo este antecedente, el Crédito Agrícola de
Habilitación, recibirá próximamente 50 millones de dólares de los bonos
soberanos con el consentimiento del Ministerio de Agricultura y Ganadería para
ayudar a los pequeños agricultores. La ciudadanía debe estar atenta para que
este dinero que todo el país tendrá que pagar, no vuelva a dilapidarse
miserablemente sin llegar a los destinatarios finales. No será suficiente la
buena intención y se requerirá de un estricto sistema de control
administrativo. La corrupción es un barril sin fondo. Con la corrupción no
habrá dinero suficiente. Mientras el robo persista tan alevosamente el país
seguirá cada vez más pobre y endeudado.
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