EL PESO DE LA CONTRAMARCHA.
Siempre es
difícil analizar la trayectoria de un partido político porque se puede causar
molestias y disconformidades de sus adherentes porque existen identidades de
luchas construidas a través de la historia, porque se puede empañar el
testimonio de sus grandes hombres y acaso hasta de sus mártires. Pero este
análisis puede resultar no sólo inevitable sino muy necesario en vista a un
proceso de construcción y consolidación democrática de un país como el Paraguay
que ha soportado el atraso de una de las dictaduras más longevas de América
Latina. En especial cuando la herencia nefasta de un sistema prebendario y
clientelista sigue tan vigente o peor y más sofisticado a más de dos décadas de
una etapa de transición que nunca se acaba. En el caso del Partido Liberal
Radical Auténtico, podemos decir que en su ejecutoria de lucha contra la
dictadura su bandera ha flameado airosa con sus ideales de lucha por la
libertad asumidos y encarnados por sus jóvenes y una pléyade de preclaros dirigentes
políticos. Pero una vez desaparecido de la escena el enemigo común comenzó a
diluirse en la indefinición y sus mejores dirigentes han ido opacándose o
ladeados o marginados por una nueva clase política más hecha para el
pragmatismo oportunista. Es un poco la crisis de los partidos tradicionales,
conserva su estructura organizativa, sus afiliados y votos cautivos, pero no
pueden levantar nuevas banderas y generar la motivación de los grandes
objetivos que mantienen vivas a las organizaciones políticas. En ese sentido
talvez el descuido más importante haya sido abandonar la organización,
formación y capacitación de los cuadros juveniles. Los subsidios partidarios
que el estado aporta con grandes sacrificios para ese efecto no han cumplido
con ese objetivo.
En abril
del 2008, el Partido Liberal Radical Auténtico, dentro de la Alianza para el Cambio y
con Fernando Lugo a la cabeza, llega al poder de la República , desplazando a
la Asociación Nacional
Republicana, 61 años después de una hegemonía ininterrumpida. Fue una alianza
amorfa e híbrida, sin objetivos trazados y con muchas improvisaciones. En el principal partido de la Alianza , sus dirigentes
cada uno por su lado, se dedicaron a potenciar cupos de poder y afianzar
réditos económicos fundamentalmente. El Vice-Presidente por su parte se dedicó
a conspirar contra Lugo aprovechando su carencia de apoyo parlamentario y
terminó desplazándole del poder sin medir para nada el costo político y
económico que aquello podía representar para el país. Con este panorama se interrumpió
el incipiente proceso de cambio permitiéndose el retorno al poder de la Asociación Nacional
Republicana. ¿Porque fue derrotado el Partido Liberal en las elecciones
últimas? El histórico dirigente de ese partido, Dr. Domingo Laíno, paradójicamente,
el 18 de octubre, día del Partido, lanza un libro suyo intentando explicar esas
causales que enumera así: 1) Fracaso en la elección del candidato, con las
urnas delivery 2) El golpe de estado contra Lugo y 3) Los actos de corrupción
en el breve gobierno de Federico Franco. Este mismo partido que hace 12 meses
desplazó a numerosos funcionarios públicos y recontrató a mansalva a sus
adeptos, ahora propone una marcha para que no se les despida a los suyos
invocando una suerte de pacto de impunidad. Lástima por este gran partido que
necesita de manera urgente cambiar de orientación y de cuadros directivos. Será
la única manera en que sus marchas no se conviertan en contramarchas.
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