QUIEREN DETENER LA
PRIMAVERA
La naturaleza es
pródiga e inexorable en cuanto a su ofrenda de una estación primaveral que en
nuestro hemisferio arranca en el mes de setiembre. En ese sentido adquiere
plena certeza la frase que afirma de que nadie podrá detener la primavera. Pero
cuando se aplica la analogía y se compara la estación de las flores con el
ideal de la lucha y la esperanza de la juventud se puede afirmar también que no
será fácil para los retrógrados detener la primavera. Es lo que está ocurriendo con la
esperanzadora lucha estudiantil que bajo el lema de “UNAnotecalles” se
convirtió en un vendaval de cantos y protestas denunciando la corrupción
generalizada que se apoderó de toda la estructura de la más importante
institución universitaria del país, la UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN (UNA)
El movimiento estudiantil con gran valentía y decisión consiguió la destitución
y el encarcelamiento del Rector y la renuncia de varios Decanos y Consejeros de
las Facultades de la UNA. Cuando amainó
la fuerza de la esperanzadora tormenta de dignidad comenzó el proceso de la
reforma universitaria. La Comisión Especial para la Reforma del Estatuto de la
UNA presentó la propuesta al Rectorado el 27 de julio pasado y éste estableció
como plazo para su estudios un tiempo de dos meses, plazo que los estudiantes
no aceptan porque la idea es que las elecciones de los consejos directivos de
las 12 facultades se realicen ya conforme a las nuevas disposiciones
estatutarias. “Buscan dilatar esto porque con la propuesta de reforma se
estaría avanzando hacia una universidad con mayores criterios de transparencia,
mayores criterios de control y mayores criterios democráticos” afirma Fernando
Krug uno de los líderes estudiantiles (Diario Última Hora, edición del 5 de
agosto de 2016) Los estudiantes retoman
las movilizaciones y amenazan con la paralización total de la Universidad sino
se convoca al Consejo Superior Universitario para estudiar la propuesta de
reforma a final de esta semana. En la propuesta se plantea la paridad entre
estudiantes y docentes, limitar los cargos de confianza, que el acceso a la
docencia sea por concurso, que los tribunales electorales ya no sean precedidos
por los consejeros y prever un mecanismo de revocatoria de mandato. Varios de estos objetivos ya formaban parte
de la histórica Reforma Universitaria de Córdoba, Argentina, del año 1918 que
se extendió a las demás universidades del vecino país y posteriormente a toda la
América Latina. Estos fueron sus
principios: Autonomía Universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria,
la periodicidad de las cátedras y los concursos de oposición. Habría que
agregar aquí los postulados de la gratuidad de la enseñanza superior y la
asunción por parte de la universidad de las responsabilidades políticas frente
a la nación y la defensa de la democracia. Para nuestro país el tema de la
gratuidad es una cuestión fundamental que amerita todo el esfuerzo en la
estrategia de lucha por su conquista, así como los están haciendo actualmente
los estudiantes de la hermana nación de Chile, que con la Presidenta Bachelet,
han conseguido un avance pero todavía no satisfactorio. Relacionado a la gratuidad hay que establecer como prioritario el acceso
a las distintas carreras a través de los cursos probatorios o de nivelación
para dejar atrás el sistema de mercadeo y lucro que rige en nuestro país y
consagrar de esa manera a la educación como un derecho social fundamental para todos. Podemos
admitir como válido que los partidos políticos tengan interés en tener
presencia en las universidades para captar o formar los nuevos liderazgos, pero
siempre será inadmisible que se pretenda dominar las estructuras y el
funcionamiento de las mismas para estancarlas y corromperlas como viene
ocurriendo en nuestro país desde hace un buen tiempo. La ciudadanía tiene recuerdos
de las grandes resistencias estudiantiles en los peores momentos de la
miserable dictadura como las de los centros estudiantiles de Medicina, de Ingeniería,
de Filosofía, de Teología y otros tantos. Después de acallar estas voces
entraron a regir en las instituciones universitarias el servilismo, la
corrupción y el prebendarismo, males que han causado mucho daño y que de alguna
manera siguen vigente, lamentablemente en la Universidad Nacional de Asunción. El filósofo y periodista, Juan Andrés
Cardozo, en su artículo “Modelo de Educación y Proyecto de País” publicado en
el diario Última Hora, el 28 de mayo pasado, afirma: “¿De qué sirve una reforma
educativa si su estrategia no responde a la transformación estructural del país
para erradicar las desigualdades sociales? Y sigue diciendo: “La teoría transformacional es superar los claustros cerrados. Poner
fin a los regímenes elitistas y a la emergente gravitación externa que
contamina con su cultura jerárquica, mercantilista y de alienación a las
universidades. No podemos pretender la reproducción de los sistemas
humano-degradante de las universidades pro-capitalistas” Finalmente nuestro autor considera que
quizás se pueda atribuir las tendencias
mencionadas a la influencia trágica del fascismo que sigue gravitando con
fuerza. Esto explicaría porque se
intenta dominar y minimizar la lucha estudiantil de nuestro país. En la Reforma Universitaria de Córdoba, fue decisiva para el éxito, el apoyo político del presidente radical
argentino Hipólito Yrigoyen. En nuestro
caso, la lucha es contra la misma estructura del poder político y económico
dominante. Por eso esta lucha debe
interesar a todos los sectores de nuestra sociedad porque en ella está en juego
la dignidad y la soberanía del país. La victoria no será fácil, pero debemos
convencernos de que esta hermosa primavera también llegará a florecer en el
Paraguay, porque no habrá obstáculos que puedan detener la fuerza de esta
maravillosa juventud paraguaya que ha tomado la firme decisión de cambiar
nuestra principal universidad, para romper
el atavismo de sumisión y corruptela que la paraliza y degrada y avanzar hacia ese futuro diferente que
definitivamente el Paraguay se merece.
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