MÁS ALLÁ DE VENEZUELA
El verdadero pecado
de la Venezuela de Chávez a igual que la Cuba de Castro fue pretender exportar
los principios revolucionarios del socialismo democrático a otros países del
continente latinoamericano que en la práctica significaba un intento por romper
la hegemonía que ejercía históricamente los Estados Unidos a través de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) Ambos gobiernos tuvieron que
desplazar al caos y a la corrupción que dominaban en sus países. Los Castros
dejaron de exportar revueltas y están de regreso en la normalización de sus
relaciones diplomáticas y comerciales con el gran país del norte. Chávez nacionalizó el petróleo y con sus
grandes recursos del momento no escatimó la ocasión de proveer ayuda con
petróleo con precios preferenciales y con facilidades de pago. Nuestro país
durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos también obtuvo ese beneficio. El tiempo fue cambiando y el precio del
petróleo se desplomó dejando a Venezuela con dificultades económicas. Con la muerte de Hugo Chávez su sucesor Nicolás
Maduro ya no consiguió el mismo apoyo político en las elecciones. Esta
debilidad alentó a la oposición de la derecha a desarrollar contra el gobierno
una guerra económica y mediática provocando la falta de productos básicos de
subsistencia y de medicamentos, que terminó por desacreditar al gobierno dentro
y fuera del país. Con estas condiciones la oposición logró derrotar al
chavismo en las últimas elecciones parlamentarias. Ahora se apunta a la batalla final, desplazar
a Maduro mediante la aplicación de la revocatoria de poder que está contemplada
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Lo que pasa en
Venezuela no es un hecho aislado sino la consecuencia de la reacción de la
derecha y del capitalismo en toda Latinoamérica. En Argentina Mauricio Macri,
con algunos pasesitos de baile y algunos discursos sin contenidos, pero con
fuerte poder mediático logró derrotar al candidato del Frente para la Victoria
poniendo punto final al izquierdismo de los Kirchner. En Brasil le están
pasando la factura a Lula por haber abortado la implementación del ALCA (Áreas
de libre Comercio de las Américas) al comprobar que los EE.UU. no estaba
dispuesto a levantar el subsidio de su producción agrícola que hacía imposible
la exportación de esos productos desde Latinoamérica. En el Brasil, no solamente el objetivo es
desplazar el gobierno de Dilma, sino hacer imposible el retorno de Lula a quién
busca anularle su carrera con algún impedimiento jurídico. En Ecuador, Rafael Caldera, tuvo que controlar
más de un intento de desestabilización. En Bolivia, le pusieron una trampita a
Evo Morales, al conseguir el rechazo de la posibilidad de una nueva reelección.
En Paraguay ya le habían sacado a Lugo con un montaje en la Masacre de
Curuguaty y un juicio político exprés.
En este contexto hay que analizar lo que está pasando en el MERCOSUR. Los
argumentos que sostiene el Paraguay para oponerse al traspaso de la Presidencia
Pro Tempore a Venezuela son argumentos políticos ideológicos y no jurídicos.
Tiene una crisis interna Venezuela pero eso jurídicamente no lo inhabilita. Se
habla de violación de los Derechos Humanos, pero la ONU aprobó el informe de
Venezuela y aplazó a España en esa materia.
Entonces las posibles justificaciones son: Primero que la
Presidencia Pro Tempore, sería un auxilio para el Presidente Maduro, en este
momento de crisis y, segundo (esto puede ser mucho más grave) es aprovechar
esta crisis circunstancial para atacar la misma estructura del MERCOSUR.
Debilitarla o hacerla desaparecer.
Brasil ya anunció con el gobierno de Temer, que planteará que cada país pueda
concertar alianza fuera del Mercosur. Paraguay habla de acercamiento a la
Alianza del Pacífico, donde sí rige los principios del rechazado ALCA. Siguiendo esta lógica el siguiente paso será
atacar a UNASUR, la más importante
organización de los países americanos con prescindencia de los EE.UU. Surgen dos preguntas en base a las
consideraciones que anteceden. Primero ¿A qué se debió este importante avance
de los países progresistas de nuestro continente? Y la segunda ¿Cómo lo vemos a
nuestro país en este marco geopolítico?
Respecto a la primera pregunta en opinión de algunos comentaristas políticos,
es que los EE.UU. y la derecha capitalista, descuidó a nuestra región, después
de la caída de las Torres Gemelas, llevando la guerra y la lucha en el combate
al terrorismo en sus propios territorios. Pero de pronto se dieron cuenta de la
presencia cada vez más importante en nuestro continente de China Continental,
India y otros países que llegaron a conformar la alianza denominada BRICS, con
capacidad para ofrecer importantes ayudas financieras en zonas que pertenecen a
su campo de influencia. Sonó la alerta y la reacción fue muy fuerte. En
cuanto a la segunda pregunta, de cómo le vemos a nuestro país en este contexto
geopolítico, se debe analizar cuáles son nuestras posibilidades de negociación
como un pequeño país fuera del MERCOSUR. Si la enajenación de nuestros recursos
naturales y la privatización de los servicios esenciales será el camino
adecuado para desarrollar el país y superar las injustas desigualdades que se
agudizan cada vez más. Nuestra situación
nos obliga a superar el fanatismo ideológico y abrir el gran diálogo hacia lo
que realmente nos interesa como país. Quizás el secreto puede estar en el
pragmatismo: Aprovechar las experiencias que ofrezcan resultados, y desterrar las
que puedan resultar perjudiciales. No
cabe duda de que necesitaremos de alta dosis de honradez y patriotismo. La corrupción nos perjudica a todos. Debemos
convencernos de que la nación está en primer lugar y que si nosotros no la
engrandecemos, nadie lo hará por nosotros.
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