JUNIO Y UNA TRILOGÍA
PERVERSA
Seguramente son
muchos los aconteceres históricos que tienen al mes de junio, el sexto del año,
como su marco temporal. Pero esta vez nos proponemos citar tres hechos
relativamente recientes y fácilmente recordables y que tienen, a nuestro
parecer, un mismo denominador común: la incidencia del sector empresarial en la
vida política del país. Uno de esos hechos se refiere a la misma
Constitución Nacional aprobada por la Convención Nacional Constituyente el 20 de junio de 1992, cuyos 25 años, el
Congreso dispuso no celebrarlos, por la reiteradas violaciones que se viene
cometiendo en contra de la misma. Las
violaciones son reiteradas, penosas y desgraciadas, pero el primer hecho que
deseamos resaltar, todavía corresponde al proceso de aprobación constitucional.
Los grandes empresarios agrícolas y ganaderos, la mayoría grandes
terratenientes, que tenían una importante representación en la Convención,
comenzaron a sentirse preocupados por la orientación de la mayoría de los
convencionales, cuando comenzó el tratamiento de las disposiciones referentes a
las condiciones de la tenencia de la tierra, de la expropiación de la misma y
la reforma agraria. Pero fueron hábiles en asociarse con los convencionales del
interior que a su vez clamaban por la descentralización, es decir pedían por
las gobernaciones, que en la realidad nunca descentralizaron nada porque no se
les dotó de los recursos necesarios y terminaron quedando como simples
coordinadores sin objetivos específicos. Pero a cambio pidieron los
representantes de los sectores empresariales del agro, que se apoye sus
propuestas sobre el tema de la tierra. Por ese medio consiguieron introducir
disposiciones negativas para la reforma agraria, como por ejemplo que la
tasación de las tierras a ser expropiadas sea en base al precio de mercado y
que incluso se pague por anticipado. Mucho peor que la ley agraria de la
dictadura, que establecía que, para las expropiaciones, se tenía que considerar
como base el valor fiscal del inmueble ¿Cuánto
significó al país crear y mantener las gobernaciones? ¿Cuánto le cuesta al
Estado expropiar con fines de la reforma agraria? De alguna manera los
convencionales del interior, aquella vez, traicionaron a sus hermanos
campesinos. Segundo hecho. El 15 de junio de 2012, se atracó de la forma más
miserable a un grupo de campesinos que ocupaban una propiedad en Marinacué en
Curuguaty que pertenecía al Estado, donde fueron muertos 6 policías y 11
campesinos, hecho que fue utilizado ocho días después para destituir al
presidente constitucional en un juicio exprés sin causas fundadas y con serias
violaciones del derecho a la defensa. Nunca se sabrá hasta qué punto estuvieron
involucrados los grupos empresariales de la tierra en esta tragedia. Nadie
investigó la muerte de los campesinos. Con juicios llenos de irregularidades se les mantiene
en prisión a los dirigentes campesinos que, dadas todas las circunstancias, son
considerados presos políticos. El
tercer hecho: En el orden del día de mañana en el Senado figura el tratamiento
del proyecto de ley que propone la creación del impuesto a la exportación de
soja y granos en estado natural. Los argumentos en contra son terribles y
sombríos. Advierten que generará inestabilidad
política y afectará la actividad económica. Amenazan con el
tractorazo. No
importa la baja carga impositiva y el altísimo nivel de evasión que caracteriza al país. No importa que tengamos un sistema impositivo
injusto y que la mayor parte de la carga impositiva recaiga sobre el consumidor
final que no puede deducir su IVA (Impuesto al Valor Agregado) Sin embargo los
empresarios rurales tienen tasa diferencial. Alegan que se debe gravar las
ganancias, pero las minimizan para pagar lo mínimo. Tampoco se paga el Impuesto
a la Renta Personal. Los que más ganan
son los que menos tributan. ¿Cómo el país va a financiar sus deudas? ¿Cómo va a
financiar sus obras infraestructurales?
17 gremios empresariales están en contra de crear nuevos impuestos. En esos
gremios también están integrados los propietarios de los grandes medios de
comunicación. Enfrentarles será terrible. El poder político ya no reside en el
pueblo sino en los grandes empresarios. Dejan caer sus máscaras y dejan
entrever la intención de sustituir al sistema democrático por una plutocracia
opresora e injusta contra la que la ciudadanía no debe claudicar.
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