UN SISTEMA PERVERSO
Es muy valiosa e
importante la tarea de los periodistas tanto de la prensa comercial como los de
medios alternativos, especialmente de las redes sociales, para aportar conocimiento
y reflexión crítica en la perspectiva de informar y formar opinión sobre los
acontecimientos de la vida nacional.
Ya se sabe que la información es un negocio y al mismo tiempo, un arma
poderoso. Por eso cada vez más los medios son acaparados por grupos políticos y
económicos que los utilizan para ganar más dinero y fortalecer y ampliar sus
dominios en la sociedad. Con
los medios, cada vez más diversificados, estos grupos dominantes, ganan
elecciones, destituyen autoridades y amplían el horizonte de sus negocios y
utilidades. A ellos no les importa los partidos de izquierda o de derecha ni de
qué organizaciones sociales se trata. Si es necesario para sus propósitos
compran a dirigentes, descalifican y embarran a los que se resisten al soborno
y bombardean con informaciones a la gente hasta conseguir sus objetivos.
Cualquier intento de cambiar o incidir en el cambio de esta realidad tiene por
escenario de sus batallas el campo de la
comunicación. Se necesita partir de la premisa de que no
siempre resulta fácil descodificar las informaciones que se recibe todos los
días porque a menudo están amañadas y tergiversadas. He
aquí algunos de los recursos que son más
utilizados: 1) Ocultamiento de la información. No se publica nada, no aparece
en ningún medio. 2) Manipulación de la información: Se informa pero se falsea
los datos o se les da un enfoque parcial o erróneo.3) Minimización. No se le da
ninguna importancia. 4) Dispersión dentro de una gran cantidad de
informaciones. La gente no tiene tiempo para digerir todas las informaciones
que recibe pero se considera informada. 5) La falacia reiterada: Una mentira
con apariencia de verdad que se repite insistentemente.
Naturalmente hay mucho más que decir sobre estos temas, pero eso puede quedar a
cargo de los estudiosos de la comunicación.
Es interesante analizar de qué manera algunos de estos recursos de
desinformación fueron utilizados con relación al juicio de la masacre de
Curuguaty. En primer lugar se intentó ocultarlo y
minimizarlo, intención que no prosperó inicialmente porque en una primera etapa
del proceso los primeros defensores consiguieron una amplia difusión
internacional del caso hasta que, inexplicablemente, se les retiró el poder. Otros
recursos utilizados fueron la
manipulación y la falacia reiterada: Emboscada de los campesinos a la policía,
invasión de inmueble y asociación criminal. ¡Cómo insistieron con estos temas! La afirmación de que el Sub-Comisario Erven
Lovera fuera muerto por los campesinos carece de prueba. El mismo fiscal
Jalil Rachid había reconocido públicamente que no tenía forma de sostener esa
posición ante un juicio oral y por eso usó la carátula de acusación: “Tentativa
de homicidio” Los nuevos fiscales que le
sucedieron, recurriendo a supuestos testimonios de policías, ya de por sí
dudoso, cambiaron la carátula por el de “Homicidio
doloso consumado” sin dar intervención a la defensa. Nadie sabe quién fue el primero en disparar. Le atribuyen el hecho a
Rubén Villalba en base al testimonio de dos policías, uno de los cuales, el
Comisario Miguel Anoni, lo negó posteriormente.
Las armas presentadas como pruebas por la Fiscalía fueron algunos rifles
viejos, varios de los cuáles no fueron disparados. Es imposible sostener que con esas armas se le
haya matado al Sub-comisario Lovera y a
otros cinco policías además de herir a
otros tantos. No tenían capacidad de
fuego para ello. Aunque se admitiese la
posibilidad de que los campesinos hayan dado muerte al mencionado jefe
policial, todavía cabe preguntarse ¿Quiénes mataron a los otros cinco
policías? ¿Con qué armas? ¿En qué
momento? ¿De parte de quién o de quiénes?
Falacia insostenible. Los policías no fueron muertos por los campesinos.
Por otra parte el juicio debe ser anulado por su parcialidad manifiesta al no
investigar la muerte de los once campesinos. Se puede reconocer que las organizaciones sociales, familiares y
defensores han obtenido ganancias
importantes de la pulseada mediática. Se consiguió que la gente se informara
del juicio. Muchas personas que no le habían dado seguimiento al caso, tomaron
conciencia de la injusticia de la condena.
Además algunos medios como Ultima Hora y Canal 13, realizaron publicaciones
importantes. La marcha del 14 de julio fue numerosa. Desde el gobierno ya se habló de intento de
desestabilización. Comenzó también la contra campaña. El diario ABC color, destaca que según jueces
hubo alevosía, en su titular de primera plana. En las redes aparecieron
internautas que buscan contrarrestar con burlas las informaciones publicadas. Se puede afirmar que las únicas armas con
que cuenta la ciudadanía para enfrentar a este poderoso enemigo, son la
comunicación y la participación. Pero la batalla no será fácil porque se
enfrenta a un sistema perverso. La
tentación del desánimo y de la no perseverancia puede permanecer latente. Se
debe informar, denunciar y crear opinión para seguir adelante. No
se trata al final de tal fiscal o tales jueces. Esos son apenas peones
secundarios, son idiotas útiles. Ni
siquiera hay que centrar toda la preocupación en el Presidente de la República
que se tiene porque dentro del sistema se
irá éste pero vendrá otro igual. El
problema de fondo es el siguiente: El país cuenta con 40 millones de hectáreas.
De toda esta superficie, 30 millones de hectáreas se utiliza para criar 13
millones de ganado vacuno y otros 3.5 millones de hectáreas son utilizadas para
el cultivo de soja. De estas extensiones son expulsados todos sus
pobladores que se ven obligados a formar
parte de los cinturones de pobreza de los centros urbanos. Esta producción agro
ganadera no genera fuente de trabajo y tampoco paga impuesto (Declaración de
Pali Kurt, en Radio Fe y Alegría, 14 de julio de 2016) El
sistema de gobierno que tenemos trabaja para proteger a este sector que cada
vez necesita de mayor superficie para expandirse. Los campesinos y los indígenas obstaculizan
el avance por lo tanto deben ser atacadas sus organizaciones y si es necesario,
eliminar a sus dirigentes como viene ocurriendo. Para esta gente no rige la ley
de la deforestación cero ni el cuidado de los recursos hídricos. Estos señores
controlan los tres poderes del Estado por la vía de la corrupción. También controlan el sistema financiero.
El Estado títere que se tiene simula
que hace algo con la poca recaudación
impositiva que consigue y los préstamos
externos que endeuda cada vez más al
país. No hay recursos genuinos para salud, educación y vivienda. La lucha contra la pobreza es falsa, no avanza
y se disimula con los pocos subsidios. Un
gran porcentaje de niños y adultos mayores sufren hambre. El país está cada vez más enajenado y se
genera un problema de soberanía. Los que
quieran cambiar este sistema perverso serán considerados bolivarianos del siglo
21 y serán criminalizados y duramente combatidos. Hay que entender que dentro
de este contexto está lo que ocurrió en Curuguaty. A los detentadores del poder
económico, solo les importa la ganancia, endiosan al dinero. A ellos no les importa quiénes mueren ni que
los inocentes sean condenados. Incluso la Constitución y las leyes pueden ser
violadas en función de sus intereses y designios. Se debe tomar conciencia de
esta realidad para dimensionar a qué monstruo se le está enfrentando. Los
reclamos de justicia deberán convertirse en canto de rebeldía y de esperanza. Hay
que luchar por una economía más humana y más justa. Un país diferente sin
violencia y sin atropellos, con igualdad de oportunidades, con justicia para
todos, será posible mediante la fuerza de la ciudadanía organizada.
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