EL CANTO DEL KARAI
GUAZU.
Ricardo Flecha,
nuestro gran intérprete y extraordinario artista, anuncia la realización de dos
conciertos para celebrar sus 35 años de recorrido musical en el país. El
primero se realizará el próximo 9 de setiembre
y el segundo el 14 de octubre también de este año en el Teatro Municipal
“Ignacio A. Pane” (¿Conserva todavía ese nombre? Hace rato que no se lo
menciona) Será la presentación de su autobiografía hecha de canciones,
recuerdos y anécdotas de su ya larga trayectoria con Juglares, Ñamandu con Rolando
Chaparro y el cantante Hugo Ferreira. Naturalmente recordará los grandes
momentos de su vida y la experiencia que significó por ejemplo “El canto de los
Karai” basado en las creencias de los pueblos originarios que requirió el
concurso de grandes artistas internacionales o cuando interpretó con Mercedes
Sosa “Víctor Libre” como homenaje a la memoria del mártir chileno a 30 años del
golpe militar en aquel país. Ricardo
Flecha es un gran señor del canto, el karai guazú de la canción. Hay que llamarle
don Ricardo, porque el título de “don” no se adquiere, no se consigue de
ninguna universidad, se gana por el respeto y la consideración de la gente.
Me dolió escucharle decir en un reportaje de un canal televisivo en estos días,
que está contento con los méritos artísticos acumulados, pero no tanto con las
compensaciones económicas recibidas. Lo asocié con la situación de apremios
económicos, en algún momento, de Alberto Rodas y con Efrén Echeverría que acababa
de rematar su guitarra para adquirir medicamentos. Duele porque eso significa
que en nuestro país el arte no factura. Que estos grandes artistas nacieron en
un país equivocado. Sin embargo este es el país que aman por el que luchan con
su arte y sus testimonios de compromiso. Ricardo
Flecha es un ejemplo vivo del arte comprometido. Sufrió toda clase de
persecuciones. En una manifestación en la que intentó mediar la policía casi le
arranca el ojo. Nunca se desanimó. Es una persona sencilla, amable, abierto al
abrazo con sus admiradores. Siempre estuvo con su guitarra y su canto en los
actos y en los momentos en que se reivindicaba a la patria y a los luchadores
por la libertad de este pueblo. Su nombre está asociado con el Nuevo
Cancionero, porque según él, pensaban que cada generación debía contar con su
voz propia y porque en aquel momento se estaba gestando un movimiento
continental que tenía como epicentro a la Argentina. Una de las metas del Nuevo Cancionero “Era recuperar las canciones que
estaban olvidadas, en muchos casos censuradas por su contenido, y las que
tenían un valor cultural porque demarcaban una época, una forma de ver, una
forma de sentir, una expresión de un lugar del Paraguay” En otro momento señaló
al respecto que “El Nuevo Cancionero no hubiera existido jamás sin compositores
como Flores, Teodoro S. Mongelós o el mismo Emiliano. Lo que hicimos fue copiar
porque toda esa gente – el caso de Cardozo Ocampo, poetas como Campos Cervera y
Elvio Romero – tenía un compromiso con su arte, era excelente en lo que hacía y
tenía un compromiso político-ciudadano, porque eso era lo que correspondía, por
lo menos para nosotros. Era el ideal de artista que nosotros queríamos”
(Reportaje de Carlos Darío Torres, publicado en la Revista Vida del Diario
Última Hora, del sábado 29 de agosto de 2015) El
sueño del Nuevo Cancionero sigue firme y latente, porque sigue habiendo grandes
artistas como Ricardo Flecha que con su guitarra y su canto siguen
reivindicando la gloria de un país profundo que creemos avanza inexorable hacia
un destino de justicia y libertad.
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