DESÁNIMO Y
DESCONCIERTO
La lucha contra el
grupo terrorista autodenominado EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) continúa
sin resultados importantes a pesar de los ingentes gastos que representa el
operativo al presupuesto nacional. Los últimos acontecimientos: el secuestro de
un colono menonita y el ataque con explosivos de alto poder a una de las torres de la línea de alta tensión
que dejó sin energía eléctrica a más de 700.000 usuarios en el norte y parte
del Chaco, dejaron al descubierto las descoordinaciones e ineficacia de las
Fuerzas de Tarea Conjunta. Una vez más un alto jefe militar formuló
declaraciones explosivas generando tensión y desconcierto en la prensa y la
opinión pública en general. Se trata nada menos que del vocero de las FTC Mayor
Jonás Ramírez, quién señaló “Que el
problema principal acá es la estructura de los órganos que realizan esta lucha,
pues no podemos tener el factor sorpresa, si dentro de los organismos estamos
avisando de lo que se va a hacer. Hay demasiado intereses en diferentes
organismos de diferentes estratos” Al hablar de otros organismos se habría
referido a la policía y a la Senad. “No
voy a decir de qué ente pero está la coima de por medio, narcotráfico de por
medio, la transa, rollotráfico, abigeato; entonces todo esto molesta a la
gente. Gente que tiene que luchar contra eso, está apoyada, está aliada con esa
gente y hace que nosotros no tengamos esa sorpresa” (Diario Última Hora,
edición del 1 de setiembre 2015) Naturalmente
el Mayor Jonás Ramírez fue relevado del cargo. Pero este relevamiento no
minimiza ni oculta la gravedad de su denuncia. Debió sentirse hastiado de la
situación interna para arriesgar su cargo, su carrera y hasta su vida con la
declaración formulada. Los comentarios del caso, no se hicieron esperar. “La verdad cada vez más desbarata la farsa.
Intereses políticos y económicos, la mafia y narco política marcan el ritmo de
la violencia con el ente EPP como brazo ejecutor. Millones de presupuesto para
las FTC y sin resultado, porque el negocio beneficia a todos” declaró la
periodista Natalia Ruiz Díaz Medina. Varios analistas y parlamentarios a su vez
pusieron en duda la pertinencia de la estrategia que se viene utilizando a tan
alto costo y con tan poco resultado. No
es la primera vez que se relaciona al grupo terrorista con el narcotráfico y la
narco política. ¿Quiénes son los que avisan para impedir que haya sorpresa?
Tienen que ser personas vinculadas al narcotráfico. Eso significa que la FTC
está infiltrada de traidores comprados por el narcotráfico. Es decir la
corrupción campea en el mismo seno del operativo. Nadie desde luego ha negado
la vinculación del grupo terrorista con los narcotraficantes y este hecho
genera toda la tremenda dificultad para el éxito de este combate. El
gobierno y las fuerzas de seguridad tienen que saber cuáles son los
establecimientos sospechados de pertenecer a narcotraficantes. Se debería apuntar en esa dirección porque
es casi seguro que los terroristas se guarecen y atacan desde esos lugares. O
es que también hay que hablar de narco política, de gente vinculada a los altos
cargos políticos que pueden tener interés en proteger a los propietarios de
inmuebles sospechados de narcotraficantes, y que le conviene que la situación no
sea controlada. O existe otra razón que la ciudadanía desconozca, para que la
campaña fracase, y se incremente de esa manera cada vez más la militarización del
país.
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