MÁS ALLÁ DEL CERRO LEÓN
Las grandes y generalizadas manifestaciones de la ciudadanía
en defensa del Parque Nacional “Defensores del Chaco” plantean una cuestión de
interés público que va más allá de la defensa del Cerro León. Todo había
comenzado por el planteamiento de un recurso de amparo promovido por la
Organización de los Ayoreos, habitantes históricos del mencionado cerro y el
área circundante, que fue dictaminado favorablemente por el juez de la causa.
La decisión judicial de primera instancia fue muy festejada por la ciudadanía,
teniendo en cuenta que en los alrededores existen todavía pobladores selvícolas
sin contacto con la “civilización” y porque además se trata de un área
protegida, con un ecosistema muy frágil. Fue una gran sorpresa que la sentencia
haya sido apelada no solamente por el Ministerio de Obras Públicas y
Comunicaciones sino también por la SEAM, la Secretaría del Ambiente, entidad
constituida precisamente para la defensa de los recursos naturales y medio
ambientales del país. Cuando el Tribunal
dispuso hacer lugar a la apelación, la ciudadanía saltó a las calles como nunca
antes en un tema como éste, con tanta fuerza y vehemencia que forzó al final a
la SEAM a declarar que no se dará curso a los planteamientos del Ministerio de
Obras Públicas y Comunicaciones. Un
triunfo importante en la defensa de la biodiversidad del Cerro León, en el
esfuerzo por impedir que los daños ya causados sigan adelante. La visita de una comitiva interinstitucional
y de la sociedad civil había comprobado
in situ que se abrieron caminos, se deforestaron casi 2000 hectáreas y se
destruyeron los mojones del Parque Nacional. Además con la promulgación de la
Ley 5392/15, se habrían modificado los linderos originales lo que estaría
significando una reducción de 60 mil hectáreas de la superficie del Parque
Nacional, dejándolo en 720.000 hectáreas, con lo que se estaría abriendo la posibilidad de la explotación minera
para uso comercial. ¿Por cuánto tiempo
podremos defender al Cerro León? No lo sabemos, porque el modelo económico
imperante está basado en la explotación irracional de los recursos y bienes del
estado. Lo que importa es ganar dinero. No se respeta el concepto del
desarrollo sostenible. A nadie importa que el Parque Nacional “Defensores del
Chaco” sea una serranía protegida por Ley ni que haya sido declarado por la
UNESCO como biósfera de protección mundial. Tenemos un modelo económico
devastador con respecto a los bienes naturales. Se han desviado ríos, se han
secado humedales, se han envenado con agroquímicos a poblaciones enteras, se ha
deforestado los últimos bosques y se está empobreciendo la tierra
aceleradamente. Otros numerosos parques nacionales han sido destruidos,
cercados y/o dañados sin que nadie reclame.
El caso del Cerro León despertó a la ciudadanía, pero no se debería
bajar la guardia. El vandalismo de los explotadores está al acecho esperando su
momento. No se detendrán ante nada y tienen todo el poder político y económico
para hacer lo que quiera. A este modelo económico no le importa la gente ni el
país, y si no se le para a tiempo, sino se interpone la ciudadanía, terminará empobreciéndonos aun más,
comprometiendo seriamente el interés general de las futuras generaciones.
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