LA CORRUPCIÓN SUPERA AL ESTADO
El mar de la corrupción amenaza seriamente con ahogar al
Estado. Así como están las cosas el Estado es una barca que hace agua a babor y
a estribor, que se debate en medio de
una tormenta tropical con enormes oleajes. Es posible que se nos diga que el
Estado como tal no puede naufragar, que no puede desaparecer como un ente jurídico
necesario e imprescindible para la organización y administración de la sociedad
nacional. Aceptemos que no podrá desaparecer pero puede tambalear y fracasar en
gran parte en lo que respecta al cumplimiento de sus fines superiores. En
nuestro caso tambalea el poder judicial, tambalea su parlamento y el propio poder ejecutivo ante la grave
enfermedad de la corrupción. El verdadero poder ya no reside en los poderes del
Estado. Hay un poder paralelo que de manera invisible y siniestra disputa y
controla en gran medida a las instituciones del propio Estado. Veamos algunos
hechos. El mismo Titular de la Secretaría Nacional Antidrogas, reconoció
públicamente, que de 10 funcionarios de su dependencia, solo tres son
confiables. ¿A quiénes responden los 7
restantes? Sería a la corrupción. En estas condiciones se logró recientemente
incautar un cargamento de 252 kilos de cocaína en la zona del Amambay. Se deposita
la carga incautada en las dependencias de la Policía del Amambay y de allí se
vuelve a robar con la complicidad de la misma policía. ¿Cuántos de los policías son confiables? ¿Con
cuántos policías cuenta realmente el gobierno para proteger la seguridad de las
personas y de sus bienes? Otro hecho muy parecido. Desaparece azúcar incautada
por contrabando. Se trata de 160.000 kilos, 2.800 bolsas de 50 kilos. Ah!
dejaron para muestra 298 bolsas. El cargamento fue incautado en los depósitos
de una firma vinculada al grupo Vierci. El Fiscal abrió una investigación de
oficio y por de pronto tanto la Aduana como la Administración de Puertos se tiran la responsabilidad. Y este hecho
ocurre mientras a los paseros se les reprime. ¿A quiénes responden los ladrones
de esta carga? El lunes 1.600.000 alumnos iniciaron el año escolar. El 80% de
las escuelas y colegios sin techos y sin pupitres adecuados. Se acumula un
retraso de años en el mantenimiento. ¿Dónde están los responsables? ¿Han sido
demandados y enjuiciados? Para la adecuación de las infraestructuras de estos
locales fueron entregados a los municipios recursos del FONACIDE (Fondo
Nacional de Inversión Pública y Desarrollo). Solamente 74 de los 248 municipios rindieron cuentas sobre el
uso de esos recursos y… ¿Los demás? ¿Por qué
no se inician acciones contra estos municipios? La única pena que se
anuncia ante tan grave irresponsabilidad, es que no se les volverá a proveer de
nuevos recursos, lo que hará que al
final los únicos perjudicados sean otra vez los mismos educandos. ¿Por qué se
tolera tanta impunidad? El listado puede continuar de manera interminable.
Licitaciones amañadas, desviación de recursos destinados a pequeños campesinos,
obras financiadas que nunca concluyen, medicamentos que faltan en los
hospitales. La estructura que maneja la corrupción está cada vez más
fortalecida. Y lo grave es que no se constata que exista una voluntad política
por combatirla. En estas condiciones las instituciones del estado se irán
debilitando hasta un extremo impredecible. Tenemos un estado ausente. Un estado
enfermo ¿De dónde saldrá la fuerza para fortalecerlo? Es una buena pregunta que
la ciudadanía tiene que intentar responderla.
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