LOS CAMINOS
DE LA INDIGNACIÓN.
La
indignación de la ciudadanía y la adhesión de un vasto sector de la sociedad
con las manifestaciones de repudio hacia los parlamentarios que impidieron la
investigación de la justicia de uno de los Senadores con el no al desafuero, ha
sorprendido a todos y más aún a los afectados con esta reacción sin precedente
en la historia política y social de nuestro país. Tanto es así que ya viene
generándose inquietudes y preocupaciones
respecto a lo que pueda existir detrás de estas manifestaciones o lo que las
mismas puedan significar como factor desestabilizador del sistema político en
un futuro cercano.
Las
inquietudes se traducen en preguntas: ¿Hacia dónde va la indignación? ¿Quién o
quiénes coordinan? ¿Cuáles son los verdaderos objetivos? ¿O realmente no son
más que ruídos y cacareos que pronto terminarán difuminados?
Podríamos
intentar responder parafraseando al poeta. Indignados no hay camino se hace
camino al andar. Porque los caminos pueden ser imprevisibles. Los resultados
también y no importa mucho el intento de querer encasillarlas. Estas
manifestaciones son buenas en sí mismas como un intento de participación de la
gente en las decisiones que atañen a sus vidas y a su suerte. Lo que se teme es
el desborde o la manipulación. Esos riesgos son de alguna manera inevitables.
Ya es hora de que quienes ejercen los cargos políticos entiendan de que no
pueden manejar las cosas públicas con total discrecionalidad, despilfarrando
recursos tan necesarios e imprescindibles para la atención de necesidades
básicas de un país que tiene más de un millón y medio de habitantes que sufren
hambre, carecen de viviendas, y de atención mínima de salud y educación.
Precisemos
algunos puntos: 1. La indignación no es solamente contra el Senador Víctor
Bogado. Por el momento se centra en el porque fue el único que pudo ser
imputado por la fiscalía. El mensaje es para todos los funcionarios que abusan
del nepotismo y trafican con su poder e influencia en beneficio propio o de su
entorno inmediato.
2. No se
quiere la disolución del parlamento ni siquiera su desprestigio. Al contrario
lo que se busca es que se reivindique el Parlamento, que se reivindique la
clase política y que así se fortalezca la institucionalidad.
3. No se
puede pretender en esta etapa que se estructure una coordinación y que se fijen
objetivos políticos a largo plazo. Por el momento se requiere una coordinación
mínima y que se anime y fortalezca la participación de la gente.
4. Se
menciona al Marzo Paraguayo como un fracaso. El Marzo Paraguayo nunca fracasó y
fue sin duda la mayor manifestación cívica en la historia del pueblo paraguayo.
El riesgo de que aparezcan los oportunistas de turno, siempre va a existir
hasta que exista una clase política capaz y diligente, comprometida con el bien
común.
5.
Intentarán minimizar y descalificar esta reacción de la gente. Tienen poder y
medio para ello. Puede infiltrar el movimiento, ya lo han hecho anteriormente.
Por otra parte los medios de comunicación comerciales son afines a sus
intereses, pero han tropezado con la fuerza informativa de las redes sociales
que hasta ahora no lo pueden manejar.
6. Aparecen
aunque todavía tímidamente iniciativas de modificación de leyes o la sanción de
otras, en el sentido de impedir y castigar los abusos. Se necesita dar signos
de apoyo a estas iniciativas.
7. Alguien
dijo que no se podrá hacer nada con papel higiénico. Tal vez tenga razón, pero
es un símbolo importante. Por el momento significa un mensaje relevante para la clase política, de parte de la
sociedad y de la juventud. No más abusos ni impunidad. Hay una
ciudadanía atenta que ya no está dispuesta a tolerar estos desmanes. Cada vez más
se va imponiendo el convencimiento de que somos capaces de construir un país
diferente por el camino de la dignidad y el respeto.
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