MARINA KUE, UN APORTE
CONTRA EL SILENCIO
Anoche en el emblemático salón de Actos del Archivo
Nacional, se realizó el acto de lanzamiento del libro “MARINAKUE, Entre la Memoria y el Silencio” del joven autor
concepcionero Lic. Adalberto Antúnez. MARINAKUE,
es el lugar de la miserable masacre de Curuguaty que ocasionó la muerte de 11
campesinos -varios de ellos ejecutados - y 6 policías, además de decenas de heridos.
Es una novela corta, en cuanto a su género literario, que recoge en sus páginas
con toda crudeza los hechos dramáticos de tan grave acontecimiento. Desde ese
hecho, con la visión y el sentimiento de
los sobrevivientes, familiares y vecinos
de las víctimas, a partir de la “interrogación del hombre concreto” el autor reconstruye y revive la proyección de esta
incomprensible catástrofe. El protagonista principal, el periodista contratado
para escribir un reportaje para un documental, desde un principio hace
partícipe al lector de sus dudas y contradicciones que surge de la
confrontación de su postura personal con todas las mentiras de las
informaciones difundidas sobre el caso, con un montaje de manipulación y
direccionamiento, que hace pensar ineludiblemente en una conjura planificada.
Entiende que le será muy difícil sostener el enfoque de esta orientación
sesgada de los medios de comunicación, totalmente hostil a la verdad, por
contraponerse a su sentido de compromiso con la verdad. En la medida que avanza
en las entrevistas con la gente, va descubrimiento que la historia es
diferente, que sigue habiendo temores y que existe una clara intención de
acallar la verdad que subyace como trasfondo del fatídico acontecimiento. La
muerte de testigos calificados y el atentado que sufre personalmente, confirman
las razones del temor y del miedo. Pero
la decisión de continuar hasta el final ya estaba tomada. Contradice la línea
editorial de su contratante aun sabiendo que arriesga el cargo, y testifica con
sus verdades: Marinakue, nunca fue propiedad de Campos Morumbí. Ahí ha estado
la Marina Nacional, de ahí Marinakué y pertenece al Estado Paraguayo. No
existía orden de desalojo, sino de allanamiento. La policía estuvo fuertemente
armada y no fue emboscada; existen serias presunciones de que los seis policías
muertos fueron asesinados por sus propios camaradas. De esa manera fue
desnudando todas las mentiras sistemáticamente difundidas. Cuando habló el autor de la obra, dijo que
conocía el lenguaje campesino porque era campesino – nació en Paso Mbutu
Departamento de Concepción - y que se
dedicó a escuchar atentamente a los familiares de las víctimas y a los vecinos
del lugar. Todo eso le hizo sentir la necesidad de transcribir la experiencia
vivida, porque se debe traducir literariamente la lucha y los sueños de nuestro
pueblo, porque el silencio es también una forma de claudicar. “Pensar en Curuguaty y en Marinakue, es un
poco poner el dedo en la llaga lacerante
del dolor y del olvido, es intuir la senda de la lucha contra la marginación y
la opresión, es intentar reconocer que ninguna sociedad podrá encontrar la paz
y diseñar su futuro en base a las injusticias y el desprecio de la persona
humana” afirma el libro en su último párrafo. Varios de los asistentes,
pidieron la palabra, para valorar la obra y el gesto de compromiso que la misma
representa. El acto concluyó con el canto del gran Alberto Rodas, repitiendo la
pregunta hasta ahora sin respuesta” ¿Dónde están los desaparecidos?”
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ResponderEliminarEscribió el maestro Ladislao Mello en su blog un comentario sobre la obra MARINAKUE. Dijo: "...Cuando habló el autor de la obra, dijo que conocía el lenguaje campesino porque era campesino... y que se dedicó a escuchar atentamente a los familiares de las víctimas y a los vecinos del lugar. Todo eso le hizo sentir la necesidad de transcribir la experiencia vivida, porque se debe traducir literariamente la lucha y los sueños de nuestro pueblo, porque el silencio es también una forma de claudicar". Y escribió con una belleza singular. Martín Heidegger meditó sobre el origen de la obra de arte y lo hizo poniendo al artista como un vehículo del arte. Para el filósofo de Caminos de bosque, "la belleza es uno de los modos de presentarse la verdad como desocultamiento". Y esto me recuerda Mello en su comentario. No lo digo sólo por lo mucho que lo aprecio y lo admiro, sino también, porque lo comprendió acabadamente y se hizo intérprete del ser y del "hombre concreto", en virtud de la interpretación del lenguaje humano y la belleza que supone esa comprensión. Sólo puedo decir: ¡Gracias Maestro!!!
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