MI AMIGO DEL BLOG
No cabe ninguna duda
de que Internet y las Redes Sociales han cambiado el mundo de las
comunicaciones y de las interrelaciones personales. Cuando uno publica un artículo uno ya no sabe
quién lo podrá leer ni en qué parte del mundo podrá ser leído. Por
eso son tan llamativos los comentarios y las reacciones de personas que uno ni
se imaginan como son ni cómo viven. Cuando esas reacciones son reiterativas
dan lugar a un acercamiento que de alguna manera termina siendo un vínculo algo
parecido a la amistad. Es lo que ocurrió en mi caso con Martín, un amigo del
blog, que me pidió mantuviera su anonimato,
que aunque sin darme razón alguna, me comprometí a respetar. “Me siento bien con las redes sociales” me
dijo. “En el facebook estoy con los amigos, intercambiando comentarios, jugando
un poco con las palabras y los sentimientos, me agrada y los disfruto” mientras
que en el twitter me informo, al instante puedo saber lo que ocurre en
cualquier parte del mundo. Con esto se ha puesto en vigencia la
instantaneidad. Uno se siente partícipe
de los acontecimientos como un testigo real del momento” ¿Y qué pasa con el
blog? Le interrumpo. “Ah eso es otra cosa” me dijo. “Con el blog me siento como
el director de mi propio periódico, escribo lo que siento, comparto mi parecer
sin censura ni autocensura. Cuando empecé – hace unos tres o cuatro años –
siguió diciendo, lo hice sin ninguna
ambición, sin tener la seguridad de que podría continuar escribiendo, pero
algunos comentarios de aliento de personas más allegadas, me motivó a
continuar. A la fecha ya he publicado
más del medio millar de artículos y las visitas a la página ya superan la cifra
de 50.000. Lo que más me llama la
atención – me dice – es el reporte de visitantes de lugares tan lejanos y tan
extraños. No me imagino por ejemplo que en Rusia tenga lectores, supongo que
serán latinos que viven por allí. En cuanto a EE.UU. me parecería más normal,
en ese país están radicados muchos latinoamericanos” Bueno, ya hablé mucho
de mí mismo, qué pasa contigo? Me
interpeló. Bueno – le dije – tu
experiencia tiene mucha similitud con la mía. Fundamentalmente me dirijo a mis
compatriotas. Casi todas las veces hago
hincapié en la vivencia de mi país, un país que tiene sus historias y vicisitudes, que tiene su raíz y orgullo en sus ancestros,
cuya autonomía como nación fue cuestionada desde un principio, que tuvo que
soportar guerras crueles y de exterminio, pero que aún así, supo resurgir de
las cenizas y de las hecatombes. Para nosotros – seguí diciendo – la lucha
por la libertad y la verdadera independencia es crucial. Todavía no pudimos
emerger de una tiranía terrible, y nunca, hasta hoy hemos podido consolidar un
verdadero proceso de transición democrática. El totalitarismo sigue teniendo un
puesto vacante y nuestra ciudadanía no madura como para superar esta amenaza. Discúlpame por mi apasionamiento, le
dije, pero esa es la razón que me motiva a seguir escribiendo y publicando, aún
teniendo conciencia de que ya casi nadie se interesa por una publicación de
cierta extensión. Pero no todo se puede
resumir y la fundamentación requiere de cierto espacio. Gracias Martín por tu
sinceridad y tu franqueza. Me has dado la prueba de que las personas podemos estar
cerca a pesar de la distancia. Entiendo que cada uno seguirá en su propio
camino y con sus propias motivaciones.
Coincido contigo, yo también con el blog me siento como un director de
mi propio periódico. Hasta cualquier momento.
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