ENERO, NEGRO Y SEVERO.
El primer mes del año
se caracterizó siempre como uno de los más largos del año, por las vacaciones
que hacen que las empresas y las instituciones funcionen a medias, por el calor
agobiante, por los gastos excesivos de las fiestas y por el resto del salario
que se estira hasta el nuevo cobro. Pero particularmente este enero está
envuelto en la incertidumbre respecto a varias situaciones relacionadas con la
vida del país. En primer lugar se debería ubicar el debate de si habrá o no enmienda
que permita la reelección presidencial. La
tensión sube y la presión también. Ya se dejó de tener en cuenta la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de la medida. Ya no importa si se
viola o no la Constitución. Sus
partidarios ya lo afirman con todo desparpajo, pero “Si tantas veces ya se la
violó, qué importa una más” Terrible. Así como van las cosas se impondrá el
voto político sobre la cuestión jurídica. La prostitución jurídica en su máxima
expresión. Solamente importa si ya se tiene los votos necesarios. Todo otro
debate se ha desplazado. Ya no se habla del cambio del Poder Judicial, de la
necesaria transparencia de la financiación política, del combate a la
corrupción y de la narco política. Del mejoramiento de la calidad de los
miembros de las Cámaras Legislativas, de las finanzas públicas y las deudas
externas. En esta puja se llegó al veto
total del Presupuesto General de la Nación con todo el lío que eso representa
para aplicar el presupuesto anterior.
Tampoco están en el debate el acuciante déficit en la atención de la
salud pública y el grave estado del sistema educativo nacional que necesita
remover sus escombros. Tampoco está en el debate el tema de la inseguridad
reinante que se cobra vidas inocentes todos los días en las calles de la ciudad
y los secuestros en el campo, especialmente en el norte. Se utiliza a los
militares y se refuerza las fuerzas policiales pero el fracaso es patente y la
corrupción interna en las fuerzas de seguridad se mantiene. Mientras tanto la pobreza extrema se
acrecienta. Muchos creen que es una exageración afirmar que hay hambre en el
país y sin embargo es real en los barrios periféricos, en las comunidades
rurales y en especial en las comunidades indígenas. No se plantea el mejoramiento en las
condiciones de vida de los campesinos, no hay una política de reforma agraria
que defienda y proteja a la pequeña agricultura ante la invasión prepotente e
ilegal de productores agrícolas empresariales. El Estado, en vez de
delimitar áreas de cultivos empresariales y de la pequeña agricultura, que
podrían sobrevivir perfectamente, se ausenta y deja que los más fuertes
impongan sus normas con el abusivo apoyo judicial y policial. En esos lugares se está perdiendo
soberanía. Los colonos se burlan de las autoridades como en el caso de Guahory
del Distrito Tenonderá del Departamento de Caaguazú. No solamente allanan los
lotes con títulos dudosos que supuestamente han adquirido sino también los
lotes ocupados por colonos paraguayos, impidiendo la devolución a sus ocupantes
originarios por parte del INDERT (Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra)
organismo del Estado Paraguayo. Este caso es emblemático y esos hechos
descriptos brevemente acaecen en varias partes de la República. Es toda una
política de entreguismo que no está en el debate ciudadano. En
este nuestro enero se agudizan los déficits del servicio público: Falta de agua
y falta de luz. Abundan las cloacas a cielo abierto. Pero sí se puso esmero en la circulación de
listas de apoyo a la enmienda en las instituciones públicas para la reelección.
Algunos voceros al intentar justificarla cayeron en el “sincericidio” al
manifestar que necesitan al actual Presidente, por 15 o 20 años más para que
haga obras como Stroessner. Enero se
pone negro y severo. Pero siempre existen rayos de luces que permiten
vislumbrar la claridad de la esperanza: Varios funcionarios públicos se negaron
a firmar las famosas listas de apoyo aunque les cueste el cargo, y resalta en
especial la negativa expresa de hacerlo y de permitirlo del Comando en Jefe de
las Fuerzas Militares de la República.
Comentarios
Publicar un comentario