EL ROBO DE LA
INTERMEDIACIÓN
Se enriquecen los
intermediarios y se empobrecen los productores. Este sistema funciona desde
hace mucho tiempo en nuestro país. Ya en la época de la dictadura se perseguía todo intento de asociación de los
agricultores con el pretexto de la subversión lo que ha retrasado enormemente
la organización de las empresas cooperativas. Todo tenía que pasar por la
intermediación del acopiador de la zona, generalmente un caudillo
correligionario, al que finalmente se entregaba toda la producción con bajo
precio, pésimo kilaje y exigente clasificación de calidad. El acopiador endeudaba
al productor con entrega de antemano durante el proceso de siembra de los
artículos de subsistencia a precios escandalosos lo que hacía que el campesino
ya no tenía opción de buscar otro comprador, porque su producción ya estaba
comprometida. En tiempos más
recientes tenemos algunos casos realmente emblemáticos de intermediación
escandalosa. Por ejemplo el que afecta al ex ministro de Agricultura, hoy
Senador de la Nación, Enzo Cardozo. Su proceso no avanza porque hace uso de la
protección del blindaje político.
Durante su gestión prácticamente fueron dilapidados 72.000 millones de
guaraníes de un fondo de programa destinado a ayuda de pequeños productores
agrícolas. ¿Cuál fue el procedimiento
utilizado? El dinero se entregaba a supuestas organizaciones de productores,
que intermediaban para ejecutar el proyecto. El ex ministro se defiende
diciendo que tiene todas las documentaciones en regla, es probable que así sea,
pero el fondo de ayuda desapareció sin llegar a manos de los verdaderos destinatarios.
El caso del INDI, todavía es más
grosero. Nada menos que 3.000 millones de guaraníes desaparecieron por arte de
magia. El Presidente del INDI (Instituto Nacional del Indígena) de entonces, actualmente procesado, declara que la suma fue entregada al
Presidente de una Comisión que nunca existió, haciéndole firmar un recibo a un
indígena, que declaró no haber recibido nunca suma alguna. En
fechas más recientes, ya en ejercicio
del gobierno actual, con muy buenos
auspicios, se decretó que todos los insumos para la merienda escolar de todo el
país, debían ser adquiridos por los municipios y gobernaciones directamente de
los productores primarios. Inmediatamente
aparecieron los intermediarios como supuestos productores, que compraban los
productos en el mercado de Abasto, y los entregaban a precios multiplicados.
Y lo último - por ahora- es el caso de la construcción de invernaderos,
sistemas de riego y pozo artesiano, en un auspicioso plan de ayuda a
horticultores, con un subsidio del 70% otorgado por el Ministerio de
Agricultura y Ganadería y el 30%
restante financiado con un
préstamo del Crédito Agrícola de Habilitación. Parece que también esta vez los intermediarios que debían construir los
invernaderos, le gatillaron al Ministro Jorge Gattini. Pasaron 8 meses, las obras no fueron
realizadas, el Ministro perdió su cargo, y ya quedan muy poco de los 50
millones de dólares de los fondos soberanos utilizados para la financiación. La intermediación se cobra su rédito y los
pequeños agricultores siguen pobres. Es que el problema no es solamente
económico, es también social. Hay que organizar y apoyar a los pequeños
productores de nuestro país. Si no se potencia la agricultura familiar dejaremos de producir los productos básicos
de la alimentación y terminaremos importando todo, con todo el riesgo que eso
representa. Consideramos que es un error político apostar
todo por la producción agrícola empresarial, que casi no paga impuesto y
destruye el medio ambiente y que además de acrecentar la desigualdad social
proyecta un inaceptable futuro de pobreza para todo el país.
Comentarios
Publicar un comentario