No se trata
de una broma. Es una situación muy seria que se viene dando en nuestro país. La
crucifixión nuestra de cada día es real y no comenzó ahora con el nuevo
gobierno. Más allá de maderos, clavos y martillos y de algunas personas en
concreto que se han clavado las manos, una parte muy importante de la población está cada vez
más pobre y necesitada. Se trata de quiénes
comen una sola vez o no comen en el día, no tienen un techo adecuado, no
tienen medicamentos para cuando se enferman y muchos de sus niños no concurren
a ninguna escuela. Veníamos teniendo superávit presupuestario, pero ahora ya
tenemos un gran déficit, hemos gastado mucho más de lo que se pueda recaudar y
no sabemos cuándo volveremos por lo menos al equilibrio.
Esto se
debió al manejo totalmente irresponsable de la clase política y no es
patrimonio de un solo partido político. El despilfarro fue y es escandaloso. ¿Cuánta plata de los entes binacionales de Itaipú y Yacyretá dilapidada? Se
consiguió 240 millones de dólares más al año del Brasil en compensación por
nuestra energía que no solucionó nada. Un montón de colegios y escuelas siguen
en ruinas. Esta irresponsabilidad política llegó a su cumbre con el gobierno
del golpe. En una de las instituciones
de cuatrocientos funcionarios llegaron a incorporar 800 personas más, sin asco
y sin parpadeo. En algunos municipios con población que no supera los cinco mil
habitantes, se llegó a tener más de 300 funcionarios planilleros de la Justicia Electoral.
Varios de los presupuestos del año de entes del estado, se agotaron en julio.
Se necesita
hacer un alto y no mentir más a la gente. El sistema prebendario y clientelista
ya es insostenible. Esto se debe entender y aceptar. Especialmente los
dirigentes de los partidos tradicionales deben sincerarse con sus dirigentes de
base.
Los
presidentes de seccionales protestan porque anteriormente a todos se les daba
un cargo en algunos de los entes. Atacan al Presidente Cartes porque se les
está cortando este privilegio, anteriormente normal dentro de la
ANR. Atacan a su gabinete técnico, no
porque sean técnicos los ministros y ministras, sino porque se le está cerrando
los beneficios clientelistas. Y el Presidente Cartes, aparentemente en su
intención de detener el prebendarismo clientelista, no tuvo más remedio que recurrir
a técnicos y personas confiables, porque sabe que los dirigentes políticos
tradicionales podrían no resistir la avalancha de las demandas de sus
partidarios.
Por eso
también el planteamiento de la Ley
de Responsabilidad Fiscal. Por eso, la
ESSAP , plantea una ley de blindaje, para impedir que la
institución siga siendo manejada bajo la influencia político- partidaria. En la
última reunión de los intendentes municipales con el Presidente de la República , el presidente
de la OPACI ,
entidad que nuclea a los municipios del
país, denunció que hay legisladores que extorsionan con amenazas de
intervención. “Crean problemas para vender soluciones” -dijo.
Es tremenda
esta lucha pero es tan fundamental si realmente se quiere disminuir los niveles
de pobreza. Los empresarios deben pagar sus impuestos. La población debe exigir
sus boletas legales. Se debe dejar de sobre facturar las obras y ya no se debe manipular
las licitaciones de compras.
Esta es una
realidad de hierro que hay que aceptar. Privilegiar a unos pocos terminará por
perjudicar a todos, incluso a aquellos que eventualmente estén siendo
beneficiados en este momento. Quebrarán
las cajas jubilatorias, el estado ya no podrá abonar los salarios. La crisis
puede acabar con las confiscaciones de nuestros bienes personales como ha
ocurrido y ocurre en este momento en otros países.
Aceptemos
este esfuerzo como una gran oportunidad de mejorar y cambiar la administración del estado. En este
esfuerzo vale la pena jugarnos la vida.
Aceptemos
este desafío. El país ya tiene demasiados crucificados.
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