NO SE
MANCHE LAS MANOS PRESIDENTE.
Usted
anunció solemnemente en el discurso inaugural que actuará con la ley y el
derecho en sus manos y eso le obliga a que sus actos sean justos y ecuánimes.
Acaban de darle más poder y eso le compromete mucho más. No se manche las manos
Presidente. Y especialmente no deje que otros le manchen las manos. Con los nombramientos que ha hecho, usted se
ganó cierta confianza de la ciudadanía, pero también se ganó dudas y algunos
desconciertos dentro del partido que le nominó y dentro de los grandes
empresarios. Si usted es honesto en las intenciones que manifiesta, puede
correr algún riesgo. El hecho de provenir del sector empresarial, puede ser una
ventaja pero también una desventaja. La desventaja es que sus colegas pueden
considerar sus actuaciones como una suerte de traición. Al Presidente Kennedy
no le perdonaron eso. En cuanto al ya famoso EPP, que aparece como una prueba y
un desafío para usted, también tiene que tener cuidado. Lo que pasa con este
EPP aparentemente no es muy simple. Es casi seguro que se trata de
narcoterrorismo, como lo afirma el nuevo responsable de la Secretaría Nacional
Antidrogas, o como lo desconfía el propio obispo de Concepción Mons. Zacarías
Ortiz, al afirmar que no puede resistir tanto sin apoyo importante. Sus
apariciones últimas son sugerentes. Cuando usted parecía acercarse al Frente
Guazú, le mataron a Lindstron, pero las investigaciones posteriores están concluyendo que esa muerte no estaría
vinculada al EPP. Y ahora aparece con
otro golpe en el caso de la muerte de los guardias del estanciero brasileño
Resende en Tacuatí, dos días después de que usted asuma la Presidencia. También
es sugerente que justamente cuando se arrecia en acciones y estrategias de
combate contra el EPP, se concrete el decomiso del mayor cargamento de cocaína que se conozca en una estancia de San Carlos del Apa y en el Chaco.
Puede ser
que el EPP sea un buen pretexto que no se quiera solucionar. No se olvide que
el problema de la FARC
en Colombia, dura y duró demasiado tiempo porque existen varios sectores
beneficiados con esta guerrilla, por la importante ayuda recibida de todos
lados y en especial de los EE.UU. Pero
sin lugar a dudas no se puede minimizar la fuerza que está detrás del llamado
EPP. Recordemos que hay seria sospecha de que a través de una fuerza operativa
desconocida se le hizo la cama a Lugo en el caso de Curuguaty, porque hasta
ahora no aparecen las armas que mataron a los policías y campesinos.
Ahora ya
tiene Señor Presidente a las fuerzas militares disponibles para combatir al EPP
y cualquier otra amenaza a la seguridad interna. Pero tenga cuidado con los
posibles abusos porque eso hará que la población campesina y la ciudadanía se
sientan perseguidas y eso le hará perder legalidad y legitimidad. Porque esta
campaña deberá hacerse con la ley y el derecho como usted lo anunció, pero
también con justicia y ecuanimidad y debe ser contra toda violencia. También se
debe condenar la muerte selectiva de dirigentes campesinos, como el caso de
Lorenzo Areco.
En este
momento señor Presidente concentra en sí mismo mucho poder, forzando incluso
normativas constitucionales y ese hecho representa para usted una gran
responsabilidad. Hay mucha gente interesada en su fracaso y aunque no lo crea, puede
ser gente relativamente cercana a usted; pero el país necesita avanzar en paz hacia su futuro. Quizás sea bueno
considerar finalmente dos situaciones. Una, la Policía Nacional
es una fuerza celosa de su autonomía. Demasiado tiempo le costó tener comandantes
policías y en el operativo pueden aparecer celos jurisdiccionales. Y la otra,
la ciudadanía está alerta, no está dispuesta a aceptar una regresión hacia
ningún tipo de gobierno autoritario despótico. No se manche las manos señor
Presidente y tampoco permita que otros le manchen.
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