NO CORRER
EL RIESGO DE ENGORDAR LOS SAPOS
La
situación de Paraguay en el Mercosur (Mercado Común del Sur) es delicada,
enojosa y muy difícil de digerir. En el
centro del debate se ubica el dilema de si debe primar lo jurídico o lo
político en el caso paraguayo y a partir de allí se abre un abanico de
consideraciones. Recordemos que nuestro país ha sido suspendido en virtud de la
cláusula democrática que precisamente se había establecido a pedido de Paraguay
ante la amenaza que representó en su momento la rebelión del General Lino César
Oviedo contra el Presidente Wasmosy. Los demás socios del Mercosur,
consideraron que el juicio político que ocasionó la destitución del Presidente
Fernando Lugo constituyó un quiebre institucional en la vida política de un país
miembro y procedió a la suspensión condicionando el levantamiento de la misma
al retorno a la vida democrática. Mientras estaba vigente la suspensión, fueron
tomadas varias decisiones por el mencionado organismo regional, entre ellas, la
de aceptar como miembro pleno a Venezuela, país cuya solicitud no cuenta con el
visto bueno del Congreso paraguayo.
En la
reciente cumbre de Montevideo se decidió
devolver a Paraguay su condición de
socio pleno a partir del l5 de agosto próximo, fecha en que asumirá sus
funciones el nuevo mandatario electo en las elecciones del 21 de abril pasado. Paraguay
no se conforma con la medida porque no acepta la suspensión y manifiesta que
desconocerá todas las decisiones adoptadas sin su aprobación. Dado este impasse
surgen las siguientes preguntas: ¿Puede el Paraguay prescindir del Mercosur? Y
si se quedara afuera ¿A qué costo podrá sobrevivir? Por encima de las
retóricas, es casi seguro que nuestro contexto de país pequeño, subdesarrollado
y mediterráno, nos haga ver que no podemos prescindir del Mercosur.
¿Vamos al
Pacífico?, ¿Con qué? ¿Por dónde? La
amenaza del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) impuesta por los
EE.UU, con algunas adaptaciones, sigue como amenaza vigente. Piden que liberemos
las barreras arancelarias, pero nosotros no les podemos vender nuestros
productos agrícolas porque ellos subsidian a sus agricultores. Y lo más grave
es que con este precio subsidiado exportan sus productos agrícolas. Así
liquidaron la producción de maíz en Méjico. Así Haití la nación más pobre del
continente se ve obligada a importar banana de los EE.UU, siendo ellos también
productores de banana.
¿Qué país nos
defendió del ALCA? Brasil que exigió a los EEUU eliminar el subsidio de su
agricultura. ¿Qué país lidera el mejoramiento del comercio internacional?
Brasil. Es muy difícil para un país como el nuestro negociar acuerdos
comerciales con ventajas.
Pero el
Mercosur no es un mero problema comercial. Es un proceso de integración. Se
propone defender los recursos naturales ante el avasallamiento de las
transnacionales, mejorar la calidad de vida superando la pobreza, fortalecer
las instituciones democráticas y ayudar a superar las asimetrías. Los procesos
de integración incluyen acuerdos laborales, fondos de ayuda y desarrollo, reconocimientos
de títulos universitarios, registro común de organizaciones sociales y
culturales, pasaporte único y próximamente patente de rodados de toda la
región. Los grandes temas que tenemos como la situación de los brasiguayos,
robos de vehículos, narcotráficos, tráfico de armas, manejo del acuífero
guaraní, deterioro del medio ambiente, transporte internacional, intercambio
tecnológico y otros, nunca podremos encararlos de manera unilateral y aislada.
Nuestra soberanía será fortalecida en la medida que caminemos juntos en la
integración. Si hacemos lo contrario, corremos el riesgo de engordar los sapos
que después podríamos vernos obligados a tragar.
Comentarios
Publicar un comentario