AMENAZAN
COLAPSAR EL SEGURO SOCIAL.
¡Qué
difícil es mantener el optimismo en presencia de las barbaridades que se van sucediendo en el
correr de los años en perjuicio de importantes instituciones de nuestro país! ¡Ver
cómo se desvirtúan los objetivos y los bienes se dilapidan de la manera más
grosera posible! Los hechos están a la vista de todos sin que hayan culpables
ni responsables de los mismos. Los sospechados cuentan siempre con protectores
cómplices y los intentos de procesos judiciales se dilatan en el tiempo con
largas chicanerías que los llevan al opareí*. Citamos como uno de los ejemplos
al desaparecido Banco Nacional de los Trabajadores. Un banco que nunca, en
teoría, podría fracasar. Recibía mensualmente un importante ingreso como aporte
de los trabajadores a través del descuento de un porcentaje de sus salarios. De
esta manera se convertían en accionistas del mismo. ¿Cómo podría fracasar un
banco así? Y fracasó con un desfalco fenomenal en el que incluso estuvieron
metidos algunos seudo-dirigentes sindicales. Los trabajadores quedaron sin sus
aportes y muchos de ellos con deudas porque sus cuotas pagadas no llegaban a
destino.
Otra
institución que a pesar de ser esquilmada y atacada tantas veces sobrevive
todavía, es el Instituto de Previsión Social. Sus ingresos provienen o deben
provenir del aporte patronal, del aporte de los trabajadores y del aporte del
Gobierno. Decíamos que deben provenir de
estas tres fuentes, pero en verdad el estado nunca aportó su parte, sin que por
ello deje de tener gran ingerencia al tener a su cargo nombrar sus autoridades
y aprobar sus presupuestos. Su capital
accionario siempre fue una tentación muy apetecible y con el pretexto de la
inversión rentable se le condenó a la acumulación de chatarras, edificios en ruinas
y terrenos sobrevalorados. Y eso, aparte de los robos directos en dudosas
contrataciones públicas de todo tipo bajo la intervención y connivencia de los
políticos de turno. Creemos que vale la pena citar, por ser grotesco y
miserable, uno de los modus operandi utilizados. Decidida la inversión, en
obras de desarrollo, de los fondos del IPS, grupos de personas vinculadas a la
misma institución, ofrecían el dinero abiertamente a quién sea. Pedían el 20%
de Comisión y cuando les decían que el costo era muy alto, respondían
descaradamente: ¿Porqué te preocupas sino no lo vas a pagar? Efectivamente,
como el préstamo era hipotecario, sugerían que pongan o compren un inmueble que
ellos conseguían que se tasara diez
veces más por encima de su valor real. El tomador del préstamo no pagaba la
cuenta y el IPS, se veía obligado a ejecutar la hipoteca por la que no llegaba
a obtener ni el 10 % del capital invertido.
Últimamente
aparece un nuevo tipo de amenaza. Proviene de los parlamentarios que de pronto
se fijaron en el IPS para sus proselitismos clientelistas y comenzaron a
proponer disposiciones que afectan la vida de la institución con total
irresponsabilidad, sin requerir la opinión de la institución y sin ningún
cálculo actuarial conocido. Primero propusieron que todos los jubilados del
Poder Judicial reciban atención médica con un aporte mínimo, lo que fue
rechazado. Ahora vuelven con una propuesta similar, esta vez se trata de los
jubilados del Congreso y la ley tiene media sanción, la del Senado. “Es un trato
discriminatorio y por ende inconstitucional” señala uno de los miembros del
Consejo de IPS, mientras que otro advierte que si “seguimos aprobando vía
parlamento la incorporación de grupos, tanto en la cobertura de salud como en
la jubilación sin los consecuentes recursos para mantener el equilibrio, el IPS
camina indefectiblemente a su colapso”. Hay que estar atentos ante tamaña
irresponsabilidad para evitar que la institución del seguro social tenga el
mismo destino del malhadado banco de los trabajadores.
* Terminar
en la nada.
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