LA PARODIA DE LA OPOSICIÓN INTERNA
En el partido del gobierno se ha puesto una vez más en
práctica el simulacro de una confrontación en las internas partidarias. El
Presidente de la República con su movimiento Honor Colorado tuvo dos fracasos
importantes: El primero fue en el intento de abrirse paso a la reelección por
vía de la Enmienda Constitucional y el segundo en el intento de imponer una
candidatura propia para la presidencia de la República. En ambos casos tropezó
con la oposición del Movimiento Colorado Añeteté, liderado por Mario Abdo
Benítez, candidato ganador que apunta a la presidencia por la Asociación
Nacional Republicana (partido Colorado) Al parecer esta vez el simulacro fue
más allá de la apariencia y naturalmente dejó secuelas importantes. A dos meses y una semana de las elecciones
nacionales deviene la urgencia de la unidad partidaria y el famoso abrazo
republicano se viene dando sin mucha efusividad. Una de las causas al parecer
constituye el hecho de que no existe una reconciliación entre ambos
movimientos. Horacio Cartes a pesar de sus derrotas mantiene organizado a su
movimiento bajo su liderazgo y ha dado una señal clara de ello, cuando se
planteó el juicio político al Fiscal General del Estado con mandato vencido,
que se sigue aferrando al cargo. Los
parlamentarios colorados de ambos movimientos internos votaron en disidencia en
aquella oportunidad imponiéndose la postura de Honor Colorado que optó por el
rechazo del mencionado juicio político. Ambos saben que se necesitan mutuamente
para ganar las elecciones nacionales y que sí o sí tendrán que votar juntos en
la hora de la verdad. De alguna manera en esta puja silenciosa, el que termina
en una postura claudicante es el candidato electo Mario Abdo Benítez,
seguramente como una estrategia en vista a la necesidad de unir al partido en
las próximas elecciones nacionales. Pero este hecho motiva algunos
cuestionamientos importantes. ¿Está en condiciones Mario Abdo Benítez de
elaborar y liderar una política diferente o se convertirá en un simple “tembiguay” (sometido) del actual Presidente y su proyecto del nuevo
rumbo? De un nuevo rumbo que tiene serios cuestionamientos. “Lo que ha marcado a este gobierno es volcar
toda la estrategia a la inversión de infraestructura y ha dejado de lado otras
áreas tan importantes como la educación y la salud, sacrificando inclusive
áreas de seguridad ciudadana” (Declaraciones del economista César Barreto, ex
ministro de Hacienda, publicadas en el Diario Última Hora, el 16 de agosto del
2017) Señaló además, que el crecimiento de la deuda fue muy fuerte y que es
necesario recuperar un equilibrio fiscal para impedir llegar a niveles del 30 o
35 % del PIB, que pueden resultar
peligroso aunque no sea todavía niveles críticos. Expresó también que el
crecimiento promedio de cerca del 4% no ha sido malo considerando lo que pasó
en países de la región en estos años, pero este nivel de crecimiento no fue
suficiente para reducir la pobreza porque no genera la cantidad suficiente de
empleo. De hecho la pobreza y la
desocupación han aumentado con el gobierno de Horacio Cartes. El doctor
Barreto, afirma que “se requerirá más esfuerzos de los próximos gobiernos para
crecer más rápido para crear más empleo y que la pobreza siga reduciéndose”
Siguió diciendo que “la debilidad fue no haber encarado reformas importantes,
lo que se hizo fue endeudarse para invertir en infraestructura, pero hay que
mejorar la eficiencia de la economía, reformar el sistema de seguridad social,
la educación y la salud pública. En todo esto se avanzó muy poco, prácticamente
nada. Entonces esto va a quedar como un gran desafío para los próximos años”
Todavía quedan otros desafíos importantes para el nuevo gobierno como por
ejemplo la Reforma Agraria, la promoción de las leyes ambientales y el combate
a la contaminación de toda la cuenca hídrica del país. El candidato
presidencial del oficialismo se comprometió promover el desarrollo de la
agricultura familiar campesina. ¿De dónde sacará fuerza para contrarrestar el
poder de los grandes propietarios de tierra que tienen cooptados y capturados a
los tres poderes del Estado y controlan a los partidos políticos? Según lo afirmado por el doctor Alberto
Alderete, ex titular del INDERT: “Desde 1992, con la nueva Constitución Nacional,
todos los gobiernos que se sucedieron, redistribuyeron tierras por lo menos a
un promedio de 2.000 familias con lotes de 10 hectáreas por año, salvo en el actual gobierno que solamente se
llegó a 1000 familias anuales” (Diario Última Hora, 5 de junio de 2017) La pregunta final sigue siendo: ¿Tendrá Mario
Abdo Benítez la capacidad política y la fuerza y personalidad necesarias para
introducir los grandes cambios que el país necesita o se convertirá simplemente
en un tembiguay más del fracasado
proyecto político del supuesto nuevo rumbo?
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