UNA BUENA REFLEXIÓN NAVIDEÑA.
Me pareció muy interesante un video publicado en You Tube en diciembre del 2016 por Anyway Insumos en
la categoría Gente y Blogs de la Generación 2015, que sigue siendo reproducido multitudinariamente.
Lleva por título “¿Qué regalarías si fuera la última Navidad?” En la obra se
explica que se trata de un experimento social realizado con la participación de
27 jóvenes que acudieron a la grabación sin conocer de antemano las preguntas
que les serían formuladas. Se comenzó
con la pregunta de ¿Quiénes son las personas más importantes en sus vidas? Las
respuestas fueron varias con alto predominio de la madre, siguiendo con una amiga, mi abuela, mi padre, mis
hermanos y otros más. A partir de ese momento se habló de los obsequios que
pensaban realizar. Naturalmente en la mayor parte se habló de objetos
materiales que pueden agradar y que en la actualidad se presenta con múltiples
posibilidades. Todos contestaron animados y persuadidos de que, lo que pensaban
regalar era lo más apropiado para distinguir y halagar a sus más allegados
seres queridos. Pero el grupo quedó en silencio por largo rato cuando desde la
coordinación se les preguntó “¿Y si esta fuera la última Navidad?” “Intentaría reunir a la familia entera” comenzó
diciendo uno de los jóvenes con voces entrecortadas. “Vivimos como borregos sin
mirar a los que caminan a nuestros lados” dijo otro, también apesadumbrado.
“Decir a la persona que le amamos” “Regalar tiempo que no se puede comprar a
las personas que amamos” “Jugar, jugar mucho y muchos juegos” “Les llevaría al
pueblo de sus abuelos” “Regalaría mi presencia” “Pediría perdón por muchas
cosas” “Ser más sinceros uno con otro” y
así fueron sucediéndose las respuestas, pero todos cambiaron sus regalos. La
productora aclara que no fueron publicadas todas las respuestas, pero por de
pronto todos aprendieron que normalmente tenemos en la cabeza que esas personas
que amamos, siempre estarán allí cerca nuestro. Hay que mirar el video, porque los rostros
dicen mucho, en cuanto a la reacción provocada por la posibilidad de que esta
no sea una navidad más. A menudo las personas y las familias encaran esta
celebración tan especial para el mundo cristiano, porque representa el
advenimiento del Niño Dios Redentor, en un clima de alegría, gozo y esperanza.
En medio de tantas violencias, injusticias y discriminaciones la Navidad abre
un paréntesis a la solidaridad y a la humanidad. Nos recuerda que somos
pequeños y limitados pero abiertos a la trascendencia. Es importante por ello
que la celebración sea de afecto, del encuentro entre las familias y de las
personas y que cada brindis tenga su dosis de expectativa y de esperanza. Que
el ruido de cánticos y el paisaje de las luces impuestos por el ritmo comercial
de este acontecimiento, no impidan encontrarnos con nosotros mismos. No
faltarán los dolores de las distancias y de las ausencias, pero podrá
reconfortarnos pensar en los tiempos
compartidos. Regalemos lo mejor, regalemos nuestra propia vida. Sin ninguna
duda eso podrá ser el mejor regalo aunque esta fuera nuestra última Navidad.
(Mis mejores votos de alegría y esperanza para mi familia,
para todos los seres queridos y amigos por esta Navidad 2017)
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