DÍA DEL TRABAJADOR
CAMPESINO
Se acerca el día del
obrero o día del trabajador. ¿Qué motivaciones tenemos para la celebración? ¿Al
menos algunos logros recientes? Tenemos
cinco centrales que tienen serias dificultades para concertar acciones. No hubo
aumentos salariales. El derecho a la sindicalización está cercenado por la vía
de trámites administrativos. Hasta dicen que la desocupación ha disminuido pero
no se habla de que aumentó el porcentaje de los cuentas propistas, es decir los
que arañan las jornadas para el sustento diario. Hay 250.000 jóvenes de 15 a 29
años conformando el grupo ni…ni (Ni trabajan ni estudian) y por lo menos el 25%
de la población total está desnutrido o mal nutrido. Solamente quedan como
motivaciones las rememoraciones de las grandes luchas protagonizadas por los
compañeros y compañeras que ofrendaron sus esfuerzos y hasta sus vidas por la
causa de la justicia y las reivindicaciones necesarias. Por todo ello, quizás este año realmente corresponda celebrar el día
del trabajador campesino, que junto a los cooperativistas coparon el centro de
la ciudad capital por más de 22 días reclamando que les sean condonadas sus abultadas
deudas acumuladas por reiterados fracasos de sus cosechas por razones
climáticas o por la falta de mercados a sus producciones. No consiguieron
la condonación, pero sí las refinanciaciones y las quitas de intereses
acumulados, con dos años de gracia y la posibilidad de acceder a nuevos
créditos para seguir trabajando. Pero quizás la más importante conquista
haya sido demostrar al país que ellos también existen, que están terriblemente
abandonados y que, finalmente, los problemas de ellos, son también del país.
Ojala que a partir de ahora la política del gobierno cambie para bien de los
campesinos, que la agricultura familiar sea potenciada y que la atención hacia
ellos sea global, incluyendo tenencia de la tierra, mejoramientos de caminos,
atención a la salud y a la educación. Los
grupos empresariales lamentaron que el gobierno haya cedido a las demandas de
los campesinos, claro para muchas de esas organizaciones los campesinos e
indígenas son obstáculos para el crecimiento económico y preferirían por ello
que vayan desapareciendo. También fue llamativo que después de mucho
tiempo, la Conferencia Episcopal Paraguaya, se haya pronunciado sobre el caso
campesino. He aquí algunos de los párrafos del Comunicado del 13 de abril
pasado: “Acompañamos con nuestras oraciones este proceso, depositando confianza
en los programas de desarrollo integral campesino, en especial hacemos un
llamado a promover la agricultura familiar campesina” En otro párrafo afirma: “Recordamos que Dios ha destinado la tierra
y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos, en consecuencia
los bienes creados deben llegar a todo en forma equitativa bajo la égida de la
justicia y con la compañía de la caridad”(Gaudium et Spes, 69) Mientras que en otra parte los prelados expresan: ”Solicitamos la
presencia del Estado al lado de los campesinos, en los lugares que haga falta y
que promueva programas adecuados para dar solución de sus necesidades diarias
evitando el desarraigo de muchas familias campesinas” Es bueno que una institución
tan importante como lo es la Iglesia Católica se pronuncie a favor de nuestros
hermanos campesinos. Es bueno que se
conozca y se reconozca la dura realidad de sobrevivencia de las familias de los
trabajadores de la ciudad y del campo que requiere una respuesta urgente y
planificada. Ojalá que esta verdad sea comprendida para tener un motivo de
celebración del día del trabajador de la ciudad y del campo.
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