NUEVOS LIDERAZGOS
¿De dónde sacaremos
los nuevos líderes que el país necesita con urgencia? Comencemos aclarando que
hablamos de líderes y no de caudillos. El líder es aquel que alienta, capacita,
orienta y dirige a sus liderados procurando el bien de los mismos en función de
un objetivo noble para un emprendimiento determinado. En el caso del liderazgo
político el objetivo es la búsqueda del bien común de la sociedad dentro de un
determinado ámbito. El líder actúa en bien de los demás, mientras que el
caudillo actúa en función de sí mismo, busca siempre su propio beneficio o de
su familia o de su grupo. Los acaudillados son bien vistos mientras actúan y
responden a los intereses del caudillo. En nuestra realidad política
predomina el caudillaje. ¿De dónde obtendremos estos nuevos liderazgos de los
que necesitamos con suma urgencia? Ese es el drama. Los caminos están cerrados.
¿De los partidos políticos? Muy difícil. A pesar de recibir subsidios no gastan
nada en organización y capacitación de sus jóvenes. Dominan las cúpulas y de
las movilizaciones se encargan los operadores políticos contratados. ¿De
escuelas y colegios? Formación acrítica y memorística. Se eliminaron los
centros estudiantiles. Se promueve el analfabetismo funcional, se lee poco y lo
poco que se lee no se entiende. Nada de lógica, de educación cívica ni de
sociología. Nada de valores y muy poco de responsabilidad. Los estudiantes sin criterios ni personalidad se convierten en presa
fácil de la masificación. En su gran mayoría se pierde en el facilismo y el consumismo
bajo el influjo de una prensa totalmente mercantilizada. ¿En las
universidades? Universitarios eran los de antes. ¿Dónde están los poderosos
centros estudiantiles de Derecho, de Medicina, de Ingeniería? No hay debates,
no hay propuestas. La Universidad se volvió negocio. Se venden títulos y
calificaciones. Interesa más formar profesionales que ciudadanos. Al final ni
lo uno ni lo otro. La mediocridad se traslada a la esfera política. El
clientelismo sigue de moda. Hay más de 60 universidades. Las universidades se
venden y se compran o se alquilan. ¿En
las Iglesias? Predominan el movimentismo y el espiritualismo. La religión se
volvió una forma de orar pero no una forma de vivir. Se generaliza la
incoherencia entre fe y vida. Los valores morales no son asumidos. Eso
explicaría porque hay tanta corrupción en un país de bautizados. No se promueve
el compromiso y la solidaridad social, humana y ciudadana. Así como están
las religiones no ayudan a formar auténticos líderes que puedan comprometerse
en la transformación de la sociedad. Nos quedan las organizaciones campesinas y
sindicatos, y las escuelas de las manifestaciones artísticas, pero puede no
bastarnos, porque se tiene que contrarrestar la presión de una prensa
manipuladora que manejan los detentadores de poder político y económico porque
para sus intereses no conviene para nada la promoción y el surgimiento de
nuevos y auténticos liderazgos. De esta manera la pregunta inicial sigue latente ¿De dónde sacaremos los nuevos
líderes que el país necesita con urgencia?
Comentarios
Publicar un comentario