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Mostrando entradas de diciembre, 2019

UNA NAVIDAD SIN DIOS.

UNA NAVIDAD SIN DIOS. Hablar de una navidad sin Dios es incurrir en una gran incoherencia y completa contradicción.   Porque en la Navidad lo que   se celebra es el nacimiento del Niño Dios.   La venida del Redentor del género humano. Por ello es la fiesta de las familias, del afecto, de la ternura, de la alegría y de la esperanza.   Es la noche de la aparición de la Estrella de Belén que ilumina el cielo y marca el camino de la bondad, del milagro, de la magia y de los sueños.   Es la fiesta de la vida y del amor.   Es momento de revivir los mejores recuerdos más allá de la distancia y el tiempo.   Pero también debemos reconocer   que   a menudo en estas celebraciones Dios no está presente.   En medio del gran bullicio el Niño puede estar olvidado en algún rincón apartado, reclamando el afecto y el cuidado que necesita con todas las limitaciones asumidas en su encarnación humana.   La sociedad moderna habla de una espiritualidad sin Dios, que al final termina siendo una sociedad

EL MALÓN NO SE DEJA ATRAPAR.

EL MALÓN NO SE DEJA ATRAPAR. Atrapar a los malones de nuestro país no resulta nada fácil. En algún momento se pensaba que una serie de normas jurídicas terminaría por generar un sistema que haría cada vez más difícil eludir los controles tributarios permitiendo de esa manera la formalización de la economía.   Lo único que se   ha conseguido fue aumentar la burocracia administrativa pero la evasión impositiva   continua   muy alta, y la informalidad y la corrupción siguen firmes y ejecutoriadas.     Los intentos de cambios comenzaron durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos siguiendo con el de Fernando Lugo.   Con Nicanor el impuesto a la Renta sobre la utilidad de las empresas se redujo del 30% al 10% para que más empresas se inscribieran con lo que, supuestamente, la reducción sería recuperada.   Muy pocas nuevas empresas se inscribieron y la evasión siguió con los mismos porcentajes con el 10% establecido. Luego se creó el IVA (Impuesto al Valor Agregado). ¿Quiénes pagan f

ECOS DE CAACUPE 2019

ECOS DE CAACUPE 2019. La celebración de la festividad de la Virgen de Caacupé movilizó una vez más a una inmensa multitud de peregrinos provenientes de distintos puntos del país e incluso del exterior. Algunos medios de comunicación hablaron de un millón y medio de personas considerando los días del novenario y la celebración central del 8 de diciembre. Una multitud impresionante que deja abierta una serie de interrogantes en cuanto a sus causas y motivaciones. Devoción y fe verdaderas, expresiones de una religiosidad popular,   atracción de multitudes, curiosidad   o simple ánimo de participación.   La devoción a María, la devoción a la Madre que escucha y comprende, que ama e intercede por todos y cada uno de sus hijos, concentra en gran parte – sin lugar a dudas - la motivación del encuentro.   Gratitud por los bienes recibidos, clamor por las necesidades presentes y la gran esperanza que consuela y fortalece.   La festividad de Caacupé desborda el contenido religioso para con

CUANDO EL DOLOR SUPERA LA ESPERANZA

CUANDO EL DOLOR SUPERA A LA ESPERANZA Por más fuerte y firme que sea la fe que profesa un creyente y devoto, éste puede sentirse en un momento dado, avasallado por la presión de su circunstancia personal y explotar en llanto.   Eso parece haber ocurrido en la misa   en el sexto día del novenario en honor a la Virgen de Caacupe. Fue durante la comunión y el Obispo celebrante se le acercó para alentarle. Culminada la celebración este feligrés, un campesino procedente de la localidad de Choré, Departamento de San Pedro, respondió al requerimiento de la prensa con toda serenidad. “No pude soportar” dijo. “Hace poco tiempo perdí a unos seres queridos,   y además siento dolor por   las grandes necesidades que sentimos en el campo.   No hay cambio y es muy triste que una madre tenga que mentir a sus hijos, cuando éstos sientan hambre” Dramático testimonio de este hermano campesino.   Es como si nos dijera que cada año venimos a Caacupé y la situación no cambia.   Nuestros Obispos reunid