EL HAMBRE PERSISTE Fue dura la interpelación del Evangelio de San Mateo del domingo anterior (25: 35-45): “Tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber. Estuve preso y enfermo y no me visitaron” Pero cómo Señor, responden los interpelados. ¿Cuándo tuviste sed, cuando tuviste hambre o enfermo y en la cárcel y no te visitamos? En verdad os digo responde el Señor, según el Evangelista, cuánto lo hicieron por los más pequeños y necesitados a mi me lo hicieron y cuando no lo hicieron, a mí me lo han negado. Y termina con la condena de los egoístas y faltantes de solidaridad . Se puede creer o no en un Ser Superior, pero para creyentes o no creyentes esta interpelación nos induce a una revisión de nuestro relacionamiento con los demás. El país está en pleno proceso electoral pero las cuestiones más importantes no están en los debates de los candidatos. El hambre persiste en el país, pero no se lo analiza como una problemática social grave. Los futuros gobernan