EL SENTIDO DE LA AMISTAD. Reflexiones personales. Confieso que a esta altura de mi vida me considero una persona adulta. Con eso quiero decir que el camino recorrido ha sido interesante y que me siento en paz conmigo mismo. He sufrido y he sido herido pero no guardo rencor ni remordimientos. Siento como si los avatares de mi vida respondieron a un plan de lo que tenía que suceder y que aunque no lo entendiera en su momento, después se me presenta como un camino lógico, racional. Naturalmente esta caminata ha sido intensamente compartida con mi esposa, mis hijos, nietos y biznietos. Con mis demás familiares y con mis amigos y maestros de la vida. Hice un poco de todo pero debo reconocer que mi vocación de servir nació muy joven conmigo orientada por la fe de un sacerdote que profesaba un amor simple y sin prejuicios hacia los niños de la calle. El afán de educar y comunicar signó mi vida profesional. Si alguien me preguntara si puedo hacer un balance le diría que todavía no