PRIMAVERA Y NUEVO GOBIERNO
Asunción, la madre de ciudades, se viste en estos días con
sus mejores galas con la eclosión de sus lapachos en flor, que la inundan con
un colorido especial. Este distintivo primaveral es único en el continente que
sorprende siempre a propios y extraños por su bello enjambre multicolor que
domina el paisaje asunceño. Pero la
belleza de esta primavera anticipada es resaltada y compartida por la briosa y
vibrante juventud paraguaya que salió a las calles para gritar a los cuatro
vientos sus protestas y sus reclamos contra la corrupción imperante en los
cuadros de las instituciones políticas del Estado. Las manifestaciones ciudadanas se acrecentaron
cuando en la Cámara de Diputados aplicaron un procedimiento de complicidad
colectiva en defensa del autor confeso de estafa al Estado. La indignación
subió de tono y ante la decidida movilización de los estudiantes secundarios y
universitarios se forzó la renuncia del Diputado José María Ibáñez. Las manifestaciones siguen contra otros
políticos con procesos judiciales abiertos, que gracias a la influencia y
control político del Poder Judicial, continúan en sus cargos con total
impunidad. Los gritos y las protestas continúan contra otros parlamentarios que
se escudan en el autoblindaje y el proteccionismo colectivo sus demás colegas
cómplices. El sociólogo José Carlos Rodríguez Alcalá sostuvo que “Hay un
despertar ético en el país contra la fatiga de la impunidad” Y cuando la autora
de la entrevista le pregunta porque hay extensas temporadas de indiferencia de
la ciudadanía, José Carlos Rodríguez Alcalá respondió: “Si hay algo difícil de
entender es la sicología de las masas. El comprender por qué la gente aguanta
tanto y de pronto se rebela. ¿Por qué los paraguayos aceptamos tener una
pobreza sin límites? ¿Por qué podemos tener una desigualdad que es la peor de
toda América Latina, el continente más desigual de la tierra? ¿Por qué
aguantamos que un partido que ha defendido el autoritarismo siga gobernando sin
ningún problema y sin que haya hecho al menos una autocrítica? ¿Por qué se
tiene tan poca ciudadanía? Esta es la pregunta más complicada de responder.
Porque de pronto la gente toma conciencia de su poder y ejerce su derecho y su
poder ciudadano” “Lo bueno – continuó diciendo-
es que hay cosas buenas y valiosas como el Marzo Paraguayo, que planteó
la misma pregunta: De dónde salieron tantas personas a pelear tan
encarnizadamente, cuando que no estaban, no existían por lo menos
aparentemente” (Diario Última Hora, Edición del día lunes 13 de agosto del
2018, Entrevista de la periodista Susana Oviedo) Nuestro sociólogo entrevistado, afirma en
otra parte que “No es seguro que esta revolución o indignación ética sea un
proceso que vaya a ganar las próximas batallas, porque estamos acostumbrados a
una democracia de baja calidad” Pero el mensaje está claro. La ciudadanía exige
una nueva responsabilidad política.
Mientras el Señor Horacio Cartes, Presidente saliente ofrece “balines” a
los manifestantes. Amenaza cumplida contra jóvenes manifestantes en Ciudad del
Este, masacrados con balines que la prensa comprometida no lo difundió. Al nuevo mandatario también debe llegar este
mensaje ciudadano. Que no cometa el error de querer acallar a la juventud y a
la ciudadanía con represiones. La indignación es justa. El Paraguay necesita
que la ética política distinga a los nuevos mandatarios. Ese es el mandato. Esa
es la base de una encendida esperanza hacia un futuro de respeto, de justicia y
dignidad que nos merecemos todos los paraguayos.
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